A sus 75 años Carlos Mejía Godoy es, como lo define él mismo, de esos “pájaros que no se jubilan”. Ni siquiera en los tiempos convulsos que vive Nicaragua, donde un matrimonio que usurpa el poder desde inicios de esta década, se cree con derecho a atacar a mansalva una manifestación celebrada el propio Día de las Madres reclamaba justicia para sus hijos muertos.
Siempre activo a pesar de contar con una prolífica carrera en la que ha hecho música (desde valses hasta tangos, pasando por fox trot, mazurcas y son nica) a lo largo de más de seis décadas, Mejía Godoy (y el resto de su talentosa familia, que incluye a su hermano Luis, así como a sus hijos y sobrinos), entraron en estos días de emergencia dolorosa en lo que él define como un “frenesí creativo que no conocía desde aquellos años”.
Se refiere a los lejanos años 70 del siglo pasado, cuando el grupo de los Hermanos Mejía Godoy y los de Palacagüina (un pueblecito perdido en las extensas montañas del norte de Nicaragua), inspiraban con su canto a “los muchachos” (así les llamaba la gente) que combatían al tirano de turno.
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Testigos del tiroteo afirmaron que el ataque fue perpetrado por agentes de la Policía Nacional y fuerzas de choque conocidas como "turbas", que esperaban a los manifestantes en un costado de la marcha.
En declaraciones previas, Mejía Godoy ha explicado cómo los sucesos del 19 de abril, han sido para él, su hermano Luis y otros cantores, “como una autentica resurrección, porque nunca creímos que íbamos a retomar el canto combativo, con la misma energía con que respondimos a la situación que vivimos durante los años 70”.
“La cuota de sacrificio, de entrega, de amor, de esos muchachos, ha despertado en nosotros ese sentimiento de adhesión a la patria. Han sido como un motor, un combustible que ha generado en nosotros la necesidad de volvernos a expresar”, y le ha impulsado a escribir seis canciones en estos días reveló.
Cuarenta años después, los nietos de esa generación se levantaron en protesta contra otro dictador. Uno de aquellos “muchachos” que vivió lo suficiente para convertirse en un émulo de aquel al que adversó (porque en realidad, Ortega casi no combatió), acompañado por los descendientes de algunos de los héroes que lucharon y murieron en nombre de la libertad cuatro décadas atrás.
Todos pueden cantar a los héroes
Recordar que algunos de ellos eran sus compañeros en aquellos lejanos tiempos, causa en Mejía Godoy “verdadera vergüenza al ver a hijos de mártires famosos convertidos en los torturadores de nuestro pueblo”.
Y si Mejía y su familia, así como otros músicos de renombre (y otros menos conocidos) se han inspirado para intensificar su actividad creativa en estos días de crisis sangrienta en Nicaragua para cantar la valentía de los jóvenes que desafían al régimen a pecho descubierto, también los hay quienes siguen llamando a Ortega “El Comandante”, y lo ensalzan como héroe.
“Respecto al gremio artístico quiero señalar dos cosas puntuales. La primera es que nunca voy a juzgar a aquellos queridos colegas que están participando en los actos públicos del gobierno. Ellos saben que los quiero y los respeto. Jamás voy a cambiar mi opinión sobre ellos. No tengo derecho a cuestionarlos”, aseguró.
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La llegada de los sandinistas al poder convirtió al cardenal en un crítico del régimen al que, en un principio apoyó abiertamente, y al que posteriormente calificó de intentar neutralizar la actividad religiosa en Nicaragua.
“Ni siquiera me planteo la idea de que ellos lo hacen movidos por la necesidad económica. Y eso que tengo clara la situación de los artistas en general. Todos vivimos “coyol quebrado, coyol comido”. Y si realmente están ahí porque defienden una posición partidaria, ellos sabrán confrontar su conciencia. Punto”, añadió. La segunda es que “a quienes como este humilde trovador, han decidido apoyar al Movimiento 19 de Abril, valoro sus aportes con el mismo nivel de reconocimiento hacia quien lo hace como músico académico”.