Saundra Crockett, madre de tres hijos, escondió durante 12 años su rostro bajo una mascarilla al ser víctima de violencia doméstica, situación que casi la llevó a perder la vida.
El caso de la mujer es solo uno de varios que ocurren a menudo en el mundo. Ella asegura que nunca imaginó que su vida cambiaría por completo, luego de sufrir maltrato físico y psicológico por parte de su esposo.
Las marcas en su rostro eran demasiadas evidentes y la situación de salud de la mujer se complicó al contraer una infección que iba carcomiéndole la piel. Asegura que los médicos le dijeron que le quedaban tres días de vida, sin embargo, logró sobrevivir y luchar por sus hijos.
Aunque, durante 12 años se vio obligada a usar una mascarilla, porque no quería que sus hijos la vieran y que tampoco la gente en la calle la notara así.
Crockett comentó a un noticiero de Los Ángeles, Estados Unidos, que pasó momentos difíciles, ya que para estar con sus pequeños debía permanecer con la mascarilla, pues ellos no la reconocían sin esta, solo la identificaban por la voz.
”Mis hijos no reconocían mi rostro, pero si mi voz. Fue horrible”, narró.
Pero afirmó que su vida tuvo un nuevo giro al conocer a Deborah Alessi, quien también había atravesado violencia doméstica.
Alessi y su esposo comenzaron una organización no lucrativa llamada Face Forward para ayudar a mujeres en situaciones vulnerables.
La organización proporciona a Crockett apoyo en todos los sentidos, ayudando con su cirugía reconstructiva y apoyo psicológico.
Tras la operación Saundra puede mover y cerrar los ojos con normalidad, y usar su boca para comer sin problemas.
Todo la ayuda que Saundra recibió de Face Forward fue gratis, pero había una condición: Crockett tiene que ayudar a alguien en su misma situación a seguir adelante.
La historia de Crockett empezó a circular en YouTube en mayo de este año, pero a la fecha sigue generando comentarios.
“Esto es mil veces mejor que como me veía antes. No soy capaz de describir lo horrible que fue aquello. Si puedo llegar aunque sea a una persona y darle esperanza que lo que me pasó a mí no necesariamente tiene que pasarle a él o ella, pienso que ese es mi trabajo”, explica la mujer.