Obama emocionado de ???escuchar al pueblo cubano???

Con su visita, Barack Obama pretende denunciar la represión del régimen castrista en contra de los opositores y activistas. Hay senadores y empresarios entre la comitiva del presidente.

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elsalvador.com

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2016-03-20 9:26:00

LA HABANA. El presidente Barack Obama aterrizó ayer en La Habana para una visita histórica, la del primer mandatario estadounidense que llega a la isla en 88 años y que busca apuntalar el deshielo iniciado hace quince meses por Cuba y EE.UU., dos países vecinos que fueron enemigos durante medio siglo. 

Nada más llegar, Obama saludó a los cubanos con un simpático mensaje en su cuenta oficial de Twitter, en el que se lee en español “¿Que bolá Cuba?”, una expresión habitual en el lenguaje coloquial de la isla, a la que añadió, ya en inglés: “Emocionado de estar aquí, con muchas ganas de reunirme y escuchar directamente al pueblo cubano”. 

Acompañado de la Primera Dama, Michelle Obama, sus hijas, Malia y Sasha, y su suegra, Marian Robinson, Obama llegó al aeropuerto José Martí de la capital cubana, donde fue recibido, bajo una lluvia, por el canciller Bruno Rodríguez. 

En su primer acto en territorio cubano, Obama reconoció el carácter histórico de su visita, aunque precisó que es solo un “primer paso” en la nueva relación entre los dos países. 

La lluvia impidió que ese acto se celebrara al aire libre en el recinto de la legación estadounidense en La Habana, en plena avenida del Malecón, convertida formalmente en embajada el pasado julio y en la que ondea, desde el 14 de agosto, la bandera de la barras y estrellas, que se izó en una ceremonia presidida por el secretario de Estado John Kerry, que también acompaña a Obama en este viaje. 

La numerosa comitiva que viajó a Cuba con el mandatario la integran unos cuarenta congresistas, entre ellos la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; los senadores demócratas Patrick Leahy y Dick Durbin; y líderes empresariales de compañías como la empresa de renta de viviendas Airbnb; la cadena hotelera Starwood o PayPal. 

En una comparecencia ante la prensa acreditada para la ocasión, el ministro de Comercio Exterior de la isla, Rodrigo Malmierca, adelantó que esos líderes empresariales participarán hoy en un foro de negocios con representantes de empresas estatales, emprendedores y cooperativistas de la isla. 

Malmierca se mostró optimista sobre la posibilidad de que la vista de Obama sirva para impulsar acuerdos entre empresas de los dos países, ya que existe un “gran potencial” para ello a pesar del embargo económico sobre la isla, en vigor desde 1962. 

El ministro, el único funcionario cubano que se pronunció ayer públicamente sobre la visita de Obama, destacó que los cuatro paquetes de medidas aprobados por el Gobierno estadounidense en el último año para aliviar el impacto del “bloqueo” van en “la dirección correcta”, aunque cuestionó que la intención declarada de esas medidas sea mejorar la vida del pueblo cubano. 

“Yo diría que el principal objetivo de la Revolución cubana ha sido trabajar por y para el pueblo. No hay una sola medida aprobada en todos estos años que no haya tenido como objetivo ayudar al pueblo cubano”, defendió el ministro, que insistió en que el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo económico del país y un escollo en la normalización de relaciones con EE.UU. 

Según el diario español El País, “aplicada a Cuba, la doctrina de Obama en la política exterior reza que el cambio político —la democracia, el pluripartidismo, la libertad de prensa— no llegará impuesto desde fuera, ni mucho menos a la fuerza”. 

También indica que Obama no busca el cambio de régimen: ni aquí ni en Irán. La idea es que, mejorando las vidas de los cubanos de a pie, el país acabará transformándose. Cuantos más turistas y estudiantes visiten la isla, y cuanto más negocien entre ellos cubanos y estadounidenses, más cerca estarán de la democratización.

El martes, en el discurso central de la visita, Obama dejará claro que corresponde al pueblo cubano —no a EE.UU., ni a nadie más— decidir su futuro, señaló El País.

Mientras, el precandidato republicano a la Presidencia de EE.UU., Ted Cruz, de padre cubano, el histórico viaje del presidente Obama a Cuba es “un espectáculo de mal gusto” que “enriquece y da poder a la dictadura” de la isla. 

“Tengo unas palabras para los cubanos que contemplen el espectáculo de mal gusto en La Habana este fin de semana: Estados Unidos no los ha olvidado”, afirmó el senador por Texas en un artículo de opinión publicado por el diario “Político”. 

“Yo soy el hijo de un cubano que fue golpeado y torturado por el régimen de (Fulgencio) Batista y mi tía fue maltratada por los matones de (Fidel) Castro. Gracias a Dios tanto mi padre como mi tía Sonia encontraron la libertad en Estados Unidos”, explica el legislador. 

Para Cruz, “la libertad” debe llegar a Cuba pero no lo hará “enriqueciendo y dando poder a la dictadura mientras exporta terrorismo en toda Latinoamérica”. 

La isla recibió a Obama con expectación entre los cubanos ante la inédita imagen de un presidente estadounidense en su tierra, aunque la intensa lluvia y la fuerte seguridad por toda La Habana, con numerosas calles y accesos cortados, obligó a la mayoría a ver a Obama por la televisión estatal, que retransmitió en directo su llegada.