Falta de transporte público pone en peligro vida de pacientes con cáncer e insuficiencia renal

Para pacientes renales y de oncología, la pérdida de un día de tratamiento los puede dejar en riesgo de graves complicaciones o incluso la muerte.

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Foto : René Estrada.

Por Xenia Oliva

2020-05-08 6:03:00

En los servicios de Oncología y Nefrología del Hospital Rosales la afluencia de pacientes disminuyó ante la falta de transporte público. El hospital de tercer nivel recibe a pacientes no solo de San Salvador, sino también de puntos remotos de todo el país. Muchos pacientes salen de madrugada con solo el dinero del pasaje para poder llegar a la hora programada al Rosales y luego regresar a sus casas. Hay pacientes que solo conocen San Salvador porque tienen que ir al Rosales por sus tratamientos. En muchas ocasiones les ha tocado quedarse a dormir en el piso de los distintos pasillos del hospital desde una noche antes para poder estar a tiempo a la hora de la consulta al día siguiente.

En el servicio de Nefrología las consultas han disminuido durante las últimas semanas. Aunque los médicos siguen brindando las consultas y despachando las recetas a todos los que llegan, hay pacientes que ya no han podido desplazarse hasta el hospital. Sin embargo, con mucho esfuerzo, los pacientes que ya reciben diálisis y hemodiálisis sí han llegado al hospital en medio de la emergencia. Para ellos las consecuencias de perder un día podrían llegar a ser mortales, dependiendo de su condición.

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Una fuente del hospital explicó que se comenzó a sacar un listado de los pacientes y sus direcciones para ver si desde el hospital se les podría brindar transporte para quienes no tengan la posibilidad de pagarle a un vecino o a alguien para que los lleve al hospital. Además, se estaba contemplando la posibilidad de poder coordinar que los hospitales San Juan de Dios, de Santa Ana, y de San Miguel, para que puedan recibir a algunos pacientes de esas zonas a fin de que no tengan que viajar hasta San Salvador.

En el área de Oncología del Rosales, este jueves, la asistencia fue baja tanto para la consulta como para los tratamientos. Las personas de zonas alejadas prácticamente han dejado de llegar.

“El que pierde quimio puede enfrentar un daño irreversible. Por eso estamos tratando de dar todas las consultas y tratamientos”, explicó una fuente médica.

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El nefrólogo Ramón García Trabanino dijo que en su clínica coordinaron días atrás para que los pacientes que llegaban desde fuera de San Salvador pudieran cambiarse a clínicas cercanas a sus hogares y pudieran recibir sus hemodiálisis. Sin embargo, esto es en el caso de pacientes que llevan su tratamiento con servicios privados.

García Trabanino expuso que también les aconsejó a todos sus pacientes tener planes alternativos, para poder contar con la asistencia de un vecino o alguien más para poder cumplir su tratamiento.

Para un paciente renal en diálisis o hemodiálisis, perder el tratamiento puede implicar una acumulación de tóxicos y orina en la sangre, ya que sus riñones ya no pueden hacer esta labor por sí solos. García Trabanino explicó que en el país la mayoría de los pacientes no reciben una hemodiálisis tres veces por semana, la mayor parte de los casos la recibe solo dos veces, algunos solo una vez, debido a los recursos y capacidad del sistema de Salud o a los recursos del paciente.

Perder sus tratamientos puede ocasionarles síntomas leves como pérdida de apetito, sueño, vómitos y asco, o complicaciones severas como aumento de los niveles de potasio, un paro cardíaco hasta la muerte. “Son pacientes que están acostumbrados a cuidarse mucho, pero les he recomendado a cuidarse más que nunca”.

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"Nosotros, los que padecemos de esta enfermedad, no podemos quedarnos en la casa o nos vamos a morir", señala José Domingo Flores, paciente renal que salió a las 4 de la madrugada de San Sebastián, en San Vicente. Pasada la 1 de la tarde, aún no encontraba la forma de regresar.