En esta época tan emotiva, llena de muchas luces, abrazos y hasta regalos, la mayoría de los salvadoreños tiene la dicha de poder compartir y disfrutar en familia. Pero hay otra gran mayoría que tiene que pasar estos días con la añoranza de recordar a sus seres queridos que están fuera de nuestro país por diferentes razones, pero no existe ninguna tan importante que sea hacerlo por ayudar a otros.
Fuera de nuestras fronteras se encuentran aproximadamente cerca de 2.8 millones de compatriotas, que día con día ponen en alto el nombre de El Salvador, siendo ejemplo claro de esto los Cascos Azules de la ONU, quienes realizan labores humanitarias en todo el mundo, pudiendo así, ayudar a otros por medio de su tiempo y sobre todo sus conocimientos, puesto al servicio de los demás.
Estos realizan laborares humanitarias, siendo parte importante la asistencia médica, ejemplo de ello es el caso de la misión del Líbano 2018, adonde Jonathan Arias (Doctor en Misión Humanitaria de la ONU), y Johanan Martínez (Enlace con Población Civil), desarrollan una misión de Paz. Pero más allá de la labor de paz que realizan durante la misión, ellos tienen también que superar muchas cosas, como sentirse lejos de las personas que quieren, ese tiempo con su familia o simplemente la sensación de estar cerca.