El comercio electrónico, una palanca para el “cashless”

La gama de dispositivos con conexiones a internet disponibles permiten comprar en cualquier lugar y hora. Algunos países de América Latina y el Caribe ya venden sus productos en línea a los cibernautas chinos.

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En muchas tiendas en China, basta con escanear códigos QR para hacer pagos o transferencias de dinero. Usan poco papel moneda. Foto EDH/Archivo.

Por Vanessa Linares

2019-04-23 9:19:29

Es lunes, un par de extranjeros quieren comprar algunas bebidas y snacks en un minisupermercado en Beijing, capital de la República Popular China; sin embargo, se topan con un problema poco común en occidente: la joven que les despacha no tiene billetes ni monedas para dar vuelto. ¿La razón? a la mayoría de sus clientes solo debe escanearles un código QR de celular o estos utilizan métodos de pago electrónicos; otros ni siquiera visitan el establecimiento, hacen sus pedidos desde un celular y pagan haciendo transferencias.

Como esta, que puede considerarse una tienda “cashless”, es decir, sin dinero en efectivo, hay muchas, sobre todo, en China.

Las compras en línea son una de las actividades en Internet más populares en todo el mundo. Algunos consumidores optan por hacer compras en línea por conveniencia, otros por el precio competitivo que ofrecen algunas plataformas de comercio electrónico y otros porque las mismas condiciones de sus países y sociedades que así se los permite.

En 2014, las ventas minoristas de comercio electrónico en todo el mundo ascendieron a 1,336 mil millones de dólares estadounidenses y, por su tendencia, se prevé que aumentarán a 4,878 mil millones de dólares en 2021.

En los últimos años, después de Estados Unidos, China ha sido el segundo mayor mercado de compras y ventas de bienes y servicios en línea. El comercio en línea de empresa a consumidor (también llamado B2C) es un componente importante del mercado de comercio electrónico de China.

De acuerdo con el Ministerio de Comercio de China, el mercado de comercio electrónico está cobrando cada día mayor fuerza, siendo la vía más frecuente la de los teléfonos móviles. Cabe mencionar que solo en 2018, China fabricó unos 750 millones de estos dispositivos.

Los datos oficiales señalan que en la segunda economía más grande del mundo, el año pasado, el volumen de ventas en línea sobrepasó los 9 mil millones de yuanes, equivalente a alrededor de 1,500 millones de dólares, representando un crecimiento interanual del 25%.

A juicio de la subdirectora general de América y Oceanía del Ministerio de Comercio chino, Shao Yingjun, con el rápido desarrollo del comercio electrónico en línea dentro de China, el comercio electrónico internacional o transfronterizo también está desarrollándose con celeridad, pues al cierre de 2018, el volumen de comercio electrónico minorista (también llamado retail) sobrepasó los 130 mil millones de yuanes (unos 863 mil millones de dólares), representando un crecimiento interanual de más del 50%.

La gama de dispositivos con conexiones a internet disponibles para los compradores en línea permite que los productos se compren casi en cualquier lugar desde cualquier dispositivo.

Así, incluso, algunos aldeanos que elaboran productos artesanales característicos suelen ponerlos en páginas de ventas en línea, de manera que llegan a más clientes más rápido.

A través de esas plataformas populares los consumidores chinos ya pueden tener acceso a una gran variedad de productos de América Latina y el Caribe. Entre ellos la cereza y el vino de Chile, el camarón rojo de Argentina, la carne de res de Brasil, el camarón blanco del Ecuador, el aguacate de México y la piña de Costa Rica.

Un chino promedio, sobre todo del grupo poblacional más joven, puede hacer casi cualquier cosa desde su celular. Desde comprar la despensa, pagar en un restaurante o en un pequeño local de comida o rentar una de las miles de bicicletas que suelen estacionarse en la calle, hasta hacer reservaciones de aerolíneas, pagar planillas o enviar remesas.

Los datos del portal Statista revelan que en 2017, la tasa global de penetración de compradores digitales se ubicó en 60.2 %.

En comparación, la penetración estimada de compradores chinos en línea ascendió a 73 %, casi 13 % por encima del promedio mundial. De esa manera, en un país de más de 1,400 millones de personas, hace dos años, el número de compradores en línea en China ya había alcanzado más de un tercio de su población total.

Aunque China tiene una política restrictiva sobre el internet y las páginas web o redes sociales a las que pueden acceder sus ciudadanos; el gigante asiático también goza de sus propias versiones de estos canales y con ello también deja abierta la posibilidad de aumentar el flujo comercial.

Los chinos, en lugar de Google tienen Baidu; Alibaba es el equivalente a Amazon y Taobao el de Ebay; y WeChat compite con la mensajería de Whatsapp, las historias y publicaciones de Facebook e Instagram y les sirve hasta de billetera electrónica al permitir vincular cuentas bancarias con la aplicación. Al igual que en los países occidentales, Asia tiene su propia versión de Ciberlunes. El carnaval de ofertas para los consumidores en línea tiene lugar el 11 de noviembre de cada año.

“Ahora ya muchos países de América Latina y el Caribe han tomado nota de este día muy especial y muchas empresas y embajadas de la región están aprovechando esta oportunidad para promocionar sus productos”, indicó Shao en una conferencia de prensa con la segunda delegación de periodistas salvadoreños que visitaron China.

Para las autoridades del gobierno chino, El Salvador tiene una gran oportunidad de ofrecer casi cualquier tipo de producto a través de los canales de comercio electrónico.

Ante el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, la sede salvadoreña ya se encuentra en vías de organizar encuentros empresariales para visibilizar el mercado y poner en contacto a inversionistas de ambas naciones.

El embajador Walter Durán indicó que el evento más próximo será un foro de negocios donde se presentará la oferta productiva del país y que también contará con la participación de una delegación de empresarios salvadoreños. La actividad tendrá lugar el 29 de abril en la ciudad de Beijing.

 

“El comercio electrónico está cobrando cada día mayor fuerza en China, siendo la vía más frecuente la de los teléfonos móviles (…) esperamos ver productos salvadoreños pronto”,
Shao Yingjun,
Subdir. Ministerio de Comercio de China

 

Cercanía,rapidez y confianza como claves para entrar al mercado chino

En su informe “Ecommerce in China: the future is already here” de PwC, la agencia señala que es importante conocer bien los usos y los gustos de los internautas chinos puesto que es fundamental para conseguir el impacto deseado en las ventas, pero sobre todo, apostarle a la cercanía, rapidez y confianza de las marcas y productos.

Entre las recomendaciones estratégicas, por ejemplo, destaca experimentar con los formatos de comercio electrónico que ya están presentes. “Pensamos que la mejor manera de encontrar un modelo que se ajuste es participar. Para los minoristas incumbentes, esto podría significar probar una marca secundaria solo en línea, una tienda destacada en una plataforma de terceros, o un modelo que cambia la huella de la tienda física”, señala.

Además, evaluar modelos de entrada al mercado en línea y enfocarse en lo básico: comprender al consumidor objetivo, definir una propuesta de valor distintivo y luego respaldarla con inversiones en marcas, mercadotecnia y comercialización multiplataforma y promociones. Según PwC, para los nuevos participantes, una estrategia única de comercio electrónico permitiría entrar al mercado relativamente rápido y con un perfil de inversión bajo.

Finalmente, pensar en las tecnologías emergentes puesto que independientemente de dónde se registre la venta, es probable que los puntos de contacto digitales hayan influido en la ruta de compra.