Uno de cada tres bancos del país está en San Salvador

La inclusión financiera sigue siendo un desafío para el país. La concentración de servicios bancarios en ciertas zonas y escaso uso de canales digitales, influyen en su lento desarrollo.

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Por Tania Urías

2019-04-21 9:30:34

Blanca P. reside en el cantón San Rafael en el municipio de Tacuba, Ahuachapán. La carretera más cercana a su modesta casa de bahareque está a unos seis kilómetros y para llegar hasta Tacuba debe abordar un pick up porque no hay servicio de buses. En Tacuba no va al banco, sino a un corresponsal financiero cuando tiene que pagar recibos.

No sabe de canales digitales y tampoco aprendió a leer y a escribir.

Tiene un teléfono móvil pero solo lo usa para comunicarse. Tuvo seis hijos, cinco son adultos y solo uno tiene un celular que incluye Apps, pero solo usa la de mensajería.

El resto de sus hijos, dedicados a la agricultura, tampoco usan ni conocen ni de Apps ni de canales digitales. Ni Blanca ni sus hijos tienen una cuenta bancaria.

Y es que el departamento donde reside Blanca solo posee 15 de las 687 agencias bancarias de las diferentes instituciones financieras que registra la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), a diciembre de 2018, en todo el país.

Según la SSF, la mayoría de sucursales financieras están concentradas en la capital (271), lo que representa uno de los obstáculos para que más salvadoreños accedan a servicios bancarios diversos y se promueva la inclusión financiera.

Blanca es también parte de más del 70 % de la población salvadoreña que, según un informe del Banco Mundial de 2018, no tiene una cuenta bancaria.

Según el informe llamado El “Pequeño libro de datos sobre Inclusión Financiera” de 2018, de la base de datos del Global Findex de ese año, al cierre de 2017, solo uno de cada tres salvadoreños mayores de 15 años tenía cuenta en un banco o un proveedor de dinero móvil,

El mismo informe mostró que en la región centroamericana, El Salvador es el país con la menor proporción de adultos (personas mayores de 15 años) con acceso a servicios financieros formales.

Según el estudio, la población adulta del país es de 4.6 millones de personas, pero solo 1.5 millones (el 30.4 %) tiene una cuenta; el 29.3 % de estos la tiene en una institución financiera y apenas un 3.5 % con un proveedor de dinero electrónico.

La última encuesta del Banco Central de Reserva sobre el tema (Encuesta Nacional de Acceso a Servicios Financieros), realizada en 2016, también mostró cómo se encuentra el país en materia de inclusión financiera.

Entre los datos más relevantes destaca que al menos un millón de los adultos salvadoreños (23%) posee una cuenta de ahorro con alguna institución financiera (hombres 27% y mujeres 18%). Similar a lo mostrado dos años más tarde por el Banco Mundial.

La Unión (16%), Cabañas (18%), Cuscatlán (18 %) y Usulután (18 %), son los que presentan menores niveles de acceso a las cuentas de ahorro.

Bajo la misma línea, según el mapa elaborado por la SSF con datos hasta diciembre de 2018, esos cuatro departamentos cuentan con 31, 13, 10 y 25 agencias bancarias, respectivamente, en contraste con las más de 270 que hay en la capital.

Las tareas pendientes

El informe El “Pequeño libro de datos sobre Inclusión Financiera” de 2018 del Banco Mundial, proporciona información sobre uso de cuentas, créditos, pagos y ahorros por adultos de más de 15 años de edad en 144 economías, entre ellas, la de El Salvador.

Y señala cómo la inclusión financiera es vital para países en desarrollo como el nuestro, ya que trae beneficios, especialmente a partir del uso de servicios financieros digitales, incluidos los de dinero móvil, tarjetas de pago y otras aplicaciones de tecnología financiera (o fintech).

Como titulares de cuentas, es más probable que las personas usen otros servicios financieros, como crédito y seguros, para iniciar y ampliar negocios, invertir en educación o salud, administrar riesgos y superar crisis financieras, lo que puede mejorar la calidad de sus vidas, cita el Banco.

Sin embargo, el acceso a estos servicios sigue siendo bajo para personas como Blanca, que residen en zonas alejadas de las grandes ciudades.

Según datos de la SSF, para promover el surgimiento y desarrollo de productos y servicios inclusivos que beneficien a sectores tradicionalmente excluidos de la dinámica financiera formal, es necesario “empoderar a los clientes”.

También se debe “continuar con las campañas de alfabetización financiera con enfoque inclusivo, proveer de productos y servicios adecuados que reúnan las condiciones mínimas de seguridad, conveniencia y asequibilidad”.

Dentro de los canales y productos que potencian la inclusión financiera, citados por la SSF, están el dinero electrónico, la cuenta de ahorro con requisitos simplificados, dirigida principalmente a sectores tradicionalmente excluidos de dinámica financiera formal, cuyo único requisito es la presentación del documento de identidad, no así el Número de Identificación Tributaria (NIT).

Y la banca móvil, que permite a los clientes operar sus cuentas de depósito mediante un dispositivo móvil sin necesidad de acudir a un al banco, agencia o sucursal financiera.

En tal sentido, cada una de las entidades financieras promueve el uso de los mismos a través de sus diferentes medios de comunicación, entre ellos el uso de Apps para el manejo de cuentas de ahorro con requisitos simplificados, así como para la realización de operaciones financieras.

Sin embargo, aunque El Salvador se ubica como el segundo país en Latinoamérica con más líneas móviles que personas, según un sondeo de GSMA Intelligence retomado por el sitio español especializado en estadísticas, Statista, el uso de las Apps para aspectos meramente financieros sigue siendo mínima.

Esto tiene que ver con diversos factores, entre ellos la poca confianza de usar los canales electrónicos para diversos servicios. Este escaso uso hace que no solo el mercado financiero, sino el de seguros e incluso el de uso de mensajería para transferencias bancarias, avance a paso lento.

“Tenemos que llegar a más sectores, aumentar canales, esas son las asignaturas pendientes, el elemento clave es la diversificación de canales, las tecnologías están ahí, hay corresponsalía financiera no bancaria, es un canal masivo que tenemos que aprovechar, pero estamos trabajando en eso”, explicó el presidente de la Asociación Salvadoreña de Empresas de Seguros, Pedro Geoffroy Carletti, durante la presentación del último informe de sector.

Instituciones como el Banco Central de Reserva o la SSF realizan jornadas de “alfabetización digital”, en las que buscan que la población aprenda a usar los canales digitales y facilitarles los servicios financieros a través de ellos.

Cada entidad tiene jornadas de capacitación en todo el territorio cuyo objetivo es que la gente le pierda el temor a lo digital.

Acceso financiero universal

En 2013, el Banco Mundial anunció una visión global para el acceso financiero y puso en marcha el Acceso Financiero Universal para 2020 (UFA2020) para permitir que los adultos de todo el mundo obtengan acceso a una cuenta de transacciones.
Desde entonces monitorea las economías de más de 144 países y analiza los rápidos cambios e innovaciones en la tecnología, especialmente la expansión de los teléfonos celulares, que impulsan el acceso y la inclusión.