Los votos obtenidos el 3 de febrero por el FMLN superan por poco los que obtuvo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 1994. Esa vez, con 331,629 votos, el FMLN logró pasar a una segunda vuelta en la que obtuvo 378,980 votos con los que se quedó muy por debajo de los 818,264 votos con los que Armando Calderón Sol ganó por segunda vez consecutiva la presidencia para el partido ARENA.
El bajo rendimiento electoral del FMLN inició en las elecciones legislativas de 2015, cuando pasó de haber obtenido 1.49 millones de votos en la segunda vuelta de las presidenciales 2014 ha conseguir solo 840,619 votos. Lo que representó una variación porcentual del 44 %. Algo que algunos en su momento intentaron explicar aduciendo que en las elecciones legislativas suele haber una menor participación de los ciudadanos aptos para votar que en las presidenciales.
La reducción en el caudal de votos del Frente continuó en las legislativas del 2018, cuando solo consiguió 437,759 votos. Lo que equivalió a una disminución (variación porcentual) del 48 %. Esto fue calificado como un mensaje de los votantes para el partido en el gobierno, pero no se tradujo en grandes cambios al interior del partido.
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Para el 3 de marzo pasado, la distancia entre el electorado que tradicionalmente se había inclinado por darle su voto al FMLN se hizo más notoria. Este partido obtuvo un 14 % menos de votos respecto a las elecciones legislativas de 2018, pero un 75 % menos respecto a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2014 en la que Salvador Sánchez Cerén resultó electo presidente de la República.
El partido GANA, al contrario, pasó de haber recibido 208,851 en las elecciones legislativas de 2015 y 208,851 en la de 2018, a obtener 1,388,099 en las elecciones presidenciales del domingo pasado.
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Eso equivale a un crecimiento del 16 % de 2015 a 2018 y aun crecimiento del 471 % de 2018 a 2019. Al calcular el crecimiento en el caudal de votos de la primera vuelta de 2014 a las elecciones del domingo pasado este resulta ser del 351 %.
Lo que algunos analistas consideraban imposible de conseguir se tornó una realidad por voluntad de los votantes, cuyo voto ha convertido a Nayib Bukele en el próximo presidente de la República.