La falta de recurso humano capacitado, la falta de interés o comprensión de parte de potenciales clientes salvadoreños y la falta de financiamiento han sido algunos de los principales obstáculos a los que se han tenido que enfrentar quienes se han lanzado al reto de explotar e impulsar la industria de la tecnología desde El Salvador.
Unos diez años atrás, hablar del desarrollo de videojuegos o aplicaciones en el país era hablar de un sueño. La mayoría de quienes se atrevían a adentrarse al campo lo lograron hacer a través de su propio interés de aprender algo nuevo, del esfuerzo de ser autodidactas, de su deseo por innovar y de poder trabajar en un campo que estaba ligado a sus principales pasiones.
Empresas como Stonebot, Kadevjo y Vertex Studios nacieron de un sueño. Sus fundadores lograron superar los obstáculos que se les presentaron, y ahora ocupan puestos entre los referentes de las empresas pioneras en la industria de la tecnología de El Salvador. Cada quien desde su área específica, Stonebot como desarrollador de videojuegos, Kadevjo como desarrollador de aplicaciones y Vertex como productora tecnológica, se han mantenido ante el reto de impulsar la industria de la tecnología en el país. Un campo que, para ellos, aún sigue sin ser explotado y aprovechado, pese a las grandes posibilidades que puede aportar para la economía y desarrollo del país.
Los primeros en llevar un videojuego al Nintendo Switch
Alessandro Biollo, de Stonebot y Ludus Games se adentró a la industria a partir de su amor por los videojuegos. Inició con una empresa que impartía clases de inglés empresarial y tenía la idea de desarrollar un juego para aprender inglés. Fue así como conoció a un grupo de jóvenes que habían formado su propia empresa para desarrollar videojuegos, el problema fue que en ese momento el único cliente que habían logrado encontrar en el país fue el mismo Biollo.
La robot Sophia explica lo que le encanta de los humanos
Conectada a una red eléctrica por medio de largos cables, la autómata dio una conferencia de prensa en la que fue cuestionada por su originalidad y tuvo tiempo hasta para bromear con los periodistas.
Pero a partir de entonces inició una relación entre los jóvenes programadores y Biollo. Eventualmente, gracias al certamen Pixels, que es impulsado cada año por el gobierno, Biollo pasó de ser cliente a accionista de Stonebot.
“Pixels nos entrega un capital semilla y hay que crear una empresa. Como tengo experiencia en la parte empresarial, tomé la manija del área comercial de Stonebot y otros estudios, para comenzar a llevar sus productos internacionalmente”, explicó Biollo, quien agregó que, pese a que muchas personas aún consideran a los videojuegos como una industria meramente relacionada con el entretenimiento, es en realidad un mundo muy serio y de negocios.
De acuerdo con el portal Newzoo, más de 137 mil millones de dólares serán gastados en videojuegos durante el año 2018, lo que representa un incremento del 13.3% con respecto al año pasado. La meta de Stonebot es colarse en esa enorme industria, algo que han logrado hacer poco a poco.
Biollo sostuvo que desde 2010 a 2018 ha sido un camino difícil de seguir. En un inicio lo más complejo era contar con el conocimiento para poder desarrollar videojuegos como aplicaciones. Actualmente, gracias a plataformas de software libre como Unity y Unreal, los desarrolladores independientes han tenido más oportunidades de crecer. Al mismo tiempo, las plataformas digitales han abierto más puertas para comercializar los juegos. Biollo expuso que el año pasado más de 108 mil juegos fueron distribuidos en Google Play e IOS de Apple para móviles.
Stonebot decidió incursionar principalmente en ese mercado con el lanzamiento del videojuego Stereo Aereo. En agosto del año pasado tuvieron la oportunidad de sacarlo en una consola. “Hicimos el lanzamiento con Xbox, fue el primer juego de El Salvador en llegar a una consola”, destacó Biollo. En octubre el juego también fue lanzado en la tienda en línea del PlayStation 4.
La experiencia les hizo cambiar su visión para su nuevo proyecto: The Last Friend, un videojuego que contó con el apoyo de los premios Pixels Pro 2015 y que fue concebido inicialmente para móviles.
Biollo expuso que ante la cantidad de videojuegos desarrollados para móviles, decidieron cambiar su estrategia y apostar por las consolas. Comenzaron el rediseño desde inicios de 2017 y para octubre del año pasado participaron en una feria internacional donde presentaron la versión PC del juego para recibir retroalimentación.
Este año, en la Game Developers Conference, realizada en Estados Unidos, pudieron presentarle el juego a la gente de Xbox. Con Stereo Aereo ya se habían abierto las puertas ya que habían sido parte de los diez juegos incluidos en el programa “Xbox Live Creators Program Games”.
“El último día de la feria tuvimos la gran dicha de que el director del programa de Xbox llegó a nuestro stand, que tenemos con Proesa. Había decenas de juegos y ellos llegaron directamente a vernos a nosotros”, dijo Biollo.
También lograron entrar de nuevo con PlayStation, pero además alcanzaron un nuevo sueño: ser parte de los juegos de la plataforma de Nintendo Switch.
Estos jóvenes pasaron de “ninis” a técnicos, chefs y electricistas
Ser joven y no estudiar o aprender un oficio es hoy solo una opción más pues aunque muchos crean que no hay oportunidades de superación, en la práctica sí existen. Instituciones como Insaforp, el Instituto Técnológico Centroamericano (ITCA) y Catholic Relief Service (CRS) están formando a los que sí se lo proponen.
“Será el primer juego de Centroamérica para salir en Nintendo Switch”, aseguró Biollo.
Se tiene programado que The Last Friend esté listo para el segundo trimestre de 2019. En Centroamérica, los únicos países que están metidos en el tema digital son Guatemala, Costa Rica y El Salvador.
Biollo dijo que The Last Friend ha llamado mucho la atención de las grandes empresas porque combina las características de un juego de defensa de torres (Tower Defense) y de golpes (Beat’em up).
Poco a poco se han abierto más oportunidades de estudio en universidades y centros para jóvenes salvadoreños que quieran incursionar en el mundo del desarrollo de juegos. Biollo destacó que la gestión que se ha hecho desde el gobierno con programas como Pixels ha sido muy importante, aunque desearían que al mismo tiempo hubiera más apertura y apoyo desde las empresas privadas. “En El Salvador empresas de videojuegos no hay, somos startups. En sus primeros años de vida le cuesta que haya flujo de dinero en la empresa. Nos toca rebuscarnos para poderle pagar a nuestros trabajadores”.
Biollo explicó que aunque ya tengan un proyecto firmado con Nintendo, PlayStation y Xbox, esto no es suficiente para obtener financiamiento de un banco en el país.
Actualmente, la demanda de los jugadores salvadoreños se enfoca en los juegos triple A, de franquicias como FIFA, Call of Duty, God of War. Es poco el consumo de juegos independientes, como los que desarrolla Stonebot, por lo que la mayoría de sus clientes son de Estados Unidos y Europa.
Carlos Martínez, productor de The Last Friend y Stereo Aereo, invitó a quienes deseen incursionar en el mercado a no tener miedo. “En Stonebot nadie es diferente a cualquier otro salvadoreño o extranjero, somos personas que tenemos ganas de hacerlo. Hay que aprovechar el contexto, hace diez años no había hacia donde volver a ver”, expuso Martínez.
El valor de las aplicaciones
El primer gran proyecto de Nelson Chicas y Carlos Rivas, fundadores de Kadevjo, los lanzó con rapidez a las pantallas móviles de los salvadoreños. Guanapolio, una idea que pasó de ser un juego de tablero a un videojuego interactivo ganó popularidad gracias al apoyo de personalidades salvadoreñas como Jorge “El Mágico” González.
Guanapolio les abrió muchas puertas, lo que les permitió llegar con distintos proyectos e ideas a más empresas. Sin embargo, descubrieron que aunque el desarrollo de Guanapolio como proyecto propio dio buenos resultados, para otras empresas el concepto de un videojuego no resultaba atractivo. Las empresas en el país lo veían como una inversión que no iba a regresar.
“Cuando vimos que funcionaba hacer juegos propios, pero no para empresas, decidimos dedicarnos a hacer otro tipo de productos, aplicaciones móviles. El primer cliente fue de Estados Unidos, un cliente muy grande que nos daba mucho trabajo”, contó Chicas. Con el tiempo Kadevjo se ha especializado en desarrollo de aplicaciones, como base para impulsar la cultura empresarial, manejo de recursos humanos. Incluso para emprendedores que tienen una idea, pero no saben cómo hacer el desarrollo de programación. “Ahora sí ya se tiene una mejor cultura. Cuando comenzábamos era más difícil todo, no había recurso humano, no había gente que pudiera hacer aplicaciones, estábamos los que habíamos aprendido por nuestra cuenta”, dijo.
A esto se sumaba que las empresas no tenían una idea de qué significaba una aplicación, solo lo veían como una versión de la misma página web a un teléfono. Chicas explicó que una aplicación debe tener un valor distintivo, que le ayude realmente al usuario, que dé experiencias.
Aunque en el mercado salvadoreño han incrementado los clientes que requieren aplicaciones, la mayoría de los clientes de Kadevjo son internacionales, de Estados Unidos, Suramérica y Europa. Chicas señala que en el país la industria aún no se ha explotado del todo, pese a que los niveles de competencia pueden ser similares. Un desarrollador en El Salvador puede hacer el mismo trabajo que un desarrollador en Europa.
Pese a las oportunidades que existen, en el país aún no hay suficiente recurso humano capacitado para la programación y desarrollo de aplicaciones. “De las preocupaciones más grandes es la gente, nunca hay suficiente, siempre hacen falta”, dijo Chicas.
Entre los próximos proyectos de Kadevjo están un programa de fidelización. Por ejemplo, hay empresas que cuentan con tarjetas de descuento para sus clientes, pero no son usados. Además, impulsarán proyectos de marketing interactivo, que vayan más allá de una valla publicitaria, ofreciendo experiencias a los usuarios, garantizando que la idea que buscan vender quede marcada en los posibles clientes.
Para Chicas el mercado tecnológico y digital tiene un gran potencial para el desarrollo económico del país. Sin embargo, aún no ha avanzado lo suficiente, a diferencia de países como Costa Rica. Este año, un estudio publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) destacó que las exportaciones de ventas de servicios de tecnología conformaron el 5.8% del producto interno bruto (PIB), muy similar a la cifra de la producción agrícola de dicho país.
El futuro de la creatividad
La empresa Vertex Studios se define como una productora tecnológica. Durante los últimos años ha sido de las primeras empresas en El Salvador que han incursionado en los campos de realidad virtual, simulaciones e inteligencia artificial.
Además de haber participado en el desarrollo de un video 360 para el proyecto Cihuahack, que permite usar unos lentes de realidad virtual para pasear por la zona arqueológica de Cihuatán, están trabajando en el juego Monster EOS, para la plataforma virtual de EOS Blockchain.
Iliana y su esposo Alex Rozgo decidieron dejar Estados Unidos y formar su empresa en el país. Al principio lo que más les costaba era encontrar personal capacitado para lo que los clientes requerían, la mayoría seguían siendo clientes extranjeros que exigían altos estándares de calidad. “Todavía cuesta, pero es más fácil encontrar que hace un par de años. La mayoría viene a aprender, son tecnologías y lenguajes nuevos. Buscamos actitudes de que quieran seguir aprendiendo, que no solo se queden con lo que vieron en las universidades”, dijo Benítez.
Ambas consideraron que el país tiene talento para el desarrollo, pero le falta el recurso, tanto humano como técnico. Además, aunque ahora cuentan con más clientes en el país, a veces los pagos tienden a tomar más tiempo, incluso hasta 120 días por el desarrollo de un producto, mientras que el retorno de la inversión es más rápido con un cliente extranjero.
Benítez señaló que el país aún está en pañales en el campo de la tecnología, mientras que el resto del mundo ya se encamina en esa dirección. “El Salvador tendría una oportunidad mayor si se enfocara en este rubro. El mundo se va reduciendo a esto. Si apostáramos más a esto tuviéramos mayores oportunidades de crecimiento de la economía, más inversión”, expuso Benítez.