De carácter retador e incumplidores de reglas, horarios y más, así son los colaboradores disruptivos; mentes brillantes pero con mala organización y gestión de sus actividades.
Sin embargo, se han convertido en un talento para que las empresas alcancen buen desarrollo y destaquen entre la competencia; es por ello que las áreas de recursos humanos los buscan para que formen parte de sus equipos de trabajo.
El concepto disruptivo no es algo nuevo en la sociedad; anteriormente este tipo de personas tenían una connotación negativa en el mundo empresarial, sin embargo, en los últimos años su forma de verlos ha dado un giro, a tal punto que los definen como “talentos”.
Y es que sus comportamientos son impredecibles y suelen tener poca estabilidad profesional, empero pueden sorprender con repentinas propuestas de mejora- son altamente creativos- por ello conservarlos en la planilla, es un reto para las organizaciones.
“Los empleados disruptivos son un gran reto para las organizaciones, con ellos los jefes se vuelven verdaderos líderes, porque buscan cómo resolver los desafíos que presenta tenerlos en el equipo”, explicó Tulio E. Magaña, director de empresa Avance y Desempeño.
Estos talentos reflejan un cambio dentro de las compañías, pues hacen salir de la zona de comodidad a sus compañeros de trabajo con el objetivo de promover el desarrollo, dejando de lado el “status quo” de la institución.
Piezas Claves
“Las exigencias que demandan los clientes a una organización son cada vez mayores, y el empleado disruptivo es un representante de lo que fuera de la empresa necesitan”, mencionó Magaña.
La fuerza laboral de este tipo de talento juega un rol muy importante dentro de las organizaciones. En primer lugar hacen ver la realidad de lo que busca el mercado, para que la organización esté preparada para las diferentes problemáticas que puede afrontar con sus clientes externos.
Comunicación: clave para alcanzar logros en las empresas
Comunicarse no es solo hablar. Dentro de las compañías va más allá y se convierte en una herramienta directamente proporcional: a mejor y mayor comunicación entre el recurso humano, mejores resultados para las entidades.
De esa manera también resultan buenos oradores para defender las situaciones conflictivas generadas internamente en la organización. Pero sobre todo, son desarrolladores de propuestas innovadoras que rompen los esquemas tradicionales, pues viven inmersos en las nuevas tendencias y tienen una manera de pensar muy diferente al resto de sus compañeros.
Sus riesgos
Así como estos colaboradores llevan las empresas al éxito, inciden de forma negativa en caso de carecer de un líder que gestione adecuadamente su comportamiento. Requieren de jefes que los escuchen con madurez, que tomen en cuenta sus opiniones y que estén en constante comunicación con ellos.
Por eso, Magaña recomienda que adopten el enfoque de Stephen Covey: “primero entender y después ser entendido”.
De esta forma los líderes comprenderán lo que busca el colaborador, para después decidir cuáles son las ideas propuestas por él y que pueden implementarse en la compañía.
Tomando en cuenta que son inconformistas, porque buscan más allá de lo que parece apropiado para la empresa, los líderes de estos colaboradores deben darles una libertad medible para que se involucren en la gestión de la organización, bajo los lineamientos de esta tiene.
Identifícalos
Que un colaborador sea relajado en las actividades laborales e incumpla las reglas, no lo califica como un talento disruptivo, según comentó el entrevistado, pues existen dos tipos de personas disruptivas: las positivas y las negativas.
En ese sentido, es muy importante que los jefes sepan distinguirlos, pues los últimos tienden a crear una brecha entre sus compañeros que daña la armonía de los equipos de trabajo.
Según Magaña, los disruptivos positivos surgen de manera creada, y aunque generan conflictos por incumplimientos, tienen un modelo de gestión desorganizada pero con propuestas creativas e innovadoras.
Además se caracterizan por conocer sobre diferentes situaciones empresariales, por tanto recogen información y datos que servirán a futuro. Estos no le tienen miedo al jefe ni a otros colaboradores, al momento de decir las cosas de forma abierta.
Choque generacional, el nuevo desafío
Pasar la batuta de una organización es necesario. Trascender en el tiempo a través de las generaciones jóvenes siempre ha sido el punto de partida de la renovación empresarial.
En contraste, los negativos, se dan de manera natural y actúan de forma destructiva, a causa de problemas personales que deben solventar, según expresó el director de Avance y Desempeño.
Además explicó que las acciones de ellos tienen por único objetivo causar molestia, pues es la vía que usan para canalizar su violencia.
Suelen generar división entre colaboradores, causar polémica por inconformidad, viven quejándose e incumpliendo reglas. Al igual que los positivos, siempre dicen lo que está mal, pero la diferencia radica en que nunca realizan propuestas de mejora.
Para Magaña, este tipo de colaboradores negativos, también pueden incidir positivamente en el desarrollo de la empresa, si los jefes encuentran los mecanismos efectivos para encaminarlos a la filosofía de la compañía.
Cinco características para no confundirlos
Positivos
Proactivos
Comprometidos
Agresivos positivamente
Ven más allá de lo que otros ven
Insaciables por las buenas estrategias.
Negativos
Reactivos
Quejumbrosos
Conflictivos
Baja inteligencia emocional
Poca capacidad para tolerar la frustración.
El porqué del término
Disruptivo viene de la palabra disrupción la cual significa interrupción. Al asociarlo con los colaboradores se refiere a las personas que crea una ruptura en lo convencional o tradicional respecto a la gestión de las organizaciones.