Miguel Escobar, el tortillero de Ciudad Delgado

Su abuelita le enseñó el arte de hacer tortillas durante su adolescencia, ahora se gana la vida en su propia tortillería.

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Foto EDH: David Carpio

Por David Carpio

2018-08-07 6:07:10

Recién cumplía 13 años Miguel Oswaldo Escobar Rodríguez, cuando su abuelita le enseñó cómo hacer tortillas, sin imaginarse que 10 años después, el aprender este arte, se convertiría en el sustento para él y toda su familia.

“Tres años me tomó aprender y perfeccionar el hacer tortillas, desde preparar todos los materiales, hasta dejar las bolas perfectamente ovaladas con cada palmada” recuerda emocionado Miguel, quien ahora lleva cinco años de tener su propio puesto de tortillas en el mercado Las Colinas, en Ciudad Delgado.

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El tortillero de Las Colinas, como es conocido, jamás imaginó que las enseñanzas de la abuelita durante su etapa de adolescencia, le servirían a sus 25 años para ganarse la vida y llevarle el sustento a su esposa y a su hija de 10 meses.

“La verdad yo estudié hostelería y turismo con la idea de trabajar en algún restaurante y luego poder tener mi propio negocio, pero luego de graduarme las puertas se me cerraron y decidí explotar mis virtudes con las tortillas y poner el puesto en el mercado”, explicó Miguel, quien junto a su esposa se graduaron, en el 2011 del bachillerato en hostelería y turismo, en el Instituto Nacional General Francisco Menéndez conocido como INFRAMEN.

Foto EDH: David Carpio

Tras su cinco años de experiencia, el joven reconoce que el negocio de las tortillas no es un trabajo sencillo y que es un arte que requiere de mucha dedicación, explica que diariamente se levanta a las 3:00 de la mañana para cocer el maíz, luego toma camino hacía el molino a las 7:30, para después dirigirse hasta su puesto y comenzar a palmar, medio quintal de maíz convertido en masa, desde las 8:30 de la mañana hasta las 12:30 del mediodía.

“Durante las tardes pasa junto a mi hija y mi esposa, por eso solo torteo durante las mañanas, los domingos la rutina cambia y nos vamos todos a la misa de la tarde”, señaló el tortillero, quien vive junto a su familia y su suegra en el kilómetro siete y medio de la carretera Troncal del Norte, en la colonia Colinas del Norte, de Ciudad Delgado.

Foto EDH: David Carpio

Dentro del rubor, Miguel comenta que ha sufrido discriminación e incluso algunas personas dudan de su sexualidad y lo tildan de gay, por el hecho de realizar un trabajo que generalmente es desarrollado por mujeres. Sin embargo, y pese a las críticas, recuerda que también se ha ganado el respeto y admiración de sus compañeras en el mercado.

“Por la escasez de mano de obra de mujeres a mí hasta a hacer pupusas me ayuda, ahora es bien difícil encontrar mujeres que trabajen, y él lo hace mejor que muchas”, indicó Guadalupe Reyes, una pupusera que tiene su puesto a la par de la tortillería de Miguel.

“Trabaja más él de hombre que una mujer, hasta mejor hace las tortillas”, expresó Francisca Osorio, suegra de Miguel, con quien inició el negocio.

Foto EDH: David Carpio

El tortillero de Las Colinas se considera un hombre luchador y a pesar que las puertas en el rubro en que se graduó de bachillerato se le cerraron, no renuncia al sueño de tener su propio negocio de comida e incentiva a los jóvenes a seguir siempre en la lucha por alcanzar sus sueños.

“Los tiempos ahora no están para que sean una carga para sus familias, si no que tienen que buscar sus sueños, todo se puede siempre que uno tenga metas, independientemente de las criticas recibidas por lo que hagan, lo importante es siempre levantarse y ser el mejor en todo lo que hagan”, finalizó Miguel.