Ana Benítez, la samaritana que lleva comida a los lugares más empobrecidos de Jocoro
Ana Benítez elabora al menos 100 platos de comida para compartir con las personas más necesitadas en las comunidades del municipio de Jocoro, en Morazán. Salvadoreños altruistas se han unido a la causa aportando ayuda económica.
Por Menly Cortez
2020-04-22 5:41:59
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Ana Benítez, de 35 años, muestra su solidaridad durante esta pandemia preparando comida para compartir en su comunidad. Foto EDH/ Menly Cortez
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En colaboración con sus familiares prepara unos 100 platos para compartir en los cantones de Jocoro. Foto EDH/ Menly Cortez
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Para llevar la comida utiliza un Toyota Land Cruiser de 1977 en el que acomoda los platos de comida, el cuál le permite entrar en los caminos rurales.
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Anita, como le conocen en Jocoro, se interna en los territorios más empobrecidos de Jocoro para poder compartir la comida elaborada sus primas. Foto EDH/ Menly Cortez
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Trabajadoras domésticas sin poder ir a laborar, vendedores ambulantes, de sorbetes y ancianos son las personas que en Jocoro no pueden salir por la cuarentena, estos son algunos de los beneficiados con la comida que lleva Anita.
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Cuando empezó la emergencia Ana solo preparaba y repartía un tiempo de comida, ahora con el apoyo económico de otras personas solidarias Ana puede llevar almuerzos y cenas.
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Muchas de estas personas no fueron beneficiadas con el bono de $300 ofrecido por el gobierno para solventar gastos alimenticios.
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María Luisa Romero es una de las beneficiadas con la ayuda.
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Agustina Perez de Flores no ha podido trabajar por las medidas de cuarentena, aunque fue beneficiada con los $300, aseguró que la ayuda es bienvenida pues en los últimos días poco les ha quedado para comprar alimento por el alza en los precios de algunos productos.
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Militares que prestan servicio durante la emergencia también son beneficiados con los alimentos. Foto EDH/ Menly Cortez
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Agentes del CAM reciben a Ana con alegría y le ayudan a repartir los alimentos dentro del local donde guardan reposo. Foto EDH/ Menly Cortez
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Sopa de frijoles con carne de cerdo y arroz fue el menú de almuerzo para un grupo de policías de la localidad. EDH/ Menly Cortez
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La mayor satisfacción para ella es la sonrisa de los que reciben sus alimentos y la certeza de que su obra hace que las personas no pasen hambre.
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“Esto lo hago por mis hijos, para que ellos reciban las bendiciones que son para mí. Espero volverlos a ver”, afirma con nostalgia Anita. Sus hijos y sus esposos se encuentran en Estados Unidos donde migraron por un futuro mejor.
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