Martha, de 56 años de edad, está acostumbrada al trabajo duro y honrado para ganarse el pan de cada día y sacar adelante su hogar. Foto EDH/ Jessica Orellana
Su negocio de venta de yuca es un éxito, pero no siempre fue así y tuvo que esforzarse mucho al inicio. Foto EDH/ Jessica Orellana
En 1983, Martha, rodeada de necesidades, se animó a poner una venta afuera de su casa, en una de las calles del municipio. Foto EDH/ Jessica Orellana
Para la preparación de la yuca trabajan cuatro personas que ayudan en todo el proceso. Foto EDH/ Jessica Orellana
La fritada es un de los complementos de la yuca. Poco a poco, lo que Martha pensó sería solo un trabajo temporal, se convirtió en la fuente principal de su sustento. Foto EDH/ Jessica Orellana
En la actualidad, la yuquera vende más de 80 kilos diarios de producto y es conocida en todo el municipio, incluso gente de distintas partes del país acude a su puesto sobre la 6a. calle Poniente y calle Atlacatl para degustar de la yuca preparada con curtido, chicharrón, salsa entre otros ingredientes. Foto EDH/ Jessica Orellana
Hay quienes tienen un paladar más variado y prefieren incluir a su pedido merienda, hígado, lengua, etc. Foto EDH/ Jessica Orellana
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La yuca es uno de los platillos más populares del menú salvadoreño, y qué mejor forma de probarlo si es de la mejor cocinera en un pueblo lleno de tradiciones como Izalco. Foto EDH/ Jessica Orellana
Desde muy temprano Martha empieza a preparar los ingredientes para su negocio. Foto EDH/ Jessica Orellana
La tradicional yuca izalqueña es preparada con merienda, salsa y chicharrón. Foto EDH/ Jessica Orellana
Largas colas para comprar yuca, hay quienes esperan hasta una hora por yuca. Foto EDH/ Jessica Orellana
Martha saca los pedidos de los clientes con abundantes porciones de chicharrones que ella prepara en casa. Foto EDH/ Jessica Orellana
La yuca frita o salcochada, con merienda o pepescas es de las delicias que se disfrutan por la tarde. Foto EDH/ Jessica Orellana
