"Mi niño lindo, hice todo lo que pude": La despedida de José tras enterrar a su nieto víctima de la masacre en Chalchuapa Luego de soportar 52 días para recibir el cuerpo de su nieto, José Cruz logró sepultar y dar el último adiós a Rodrigo Alexis, asesinado el pasado 7 de mayo a manos del expolicía, y hoy testigo de la FGR, Hugo Osorio Chávez.
Por René Quintanilla
2021-06-29 6:13:54
José de La Cruz Hernández, de 77 años de edad, llora frente a la tumba de su nieto Rodrigo Alexis Castillo, el joven que fue asesinado junto a su hermana y mamá por el exagente de la PNC Hugo Ernesto Osorio Chávez. Foto EDH/ René Quintanilla
José mantenía la esperanza de encontrar con vida a su nieto. Foto EDH/ René Quintanilla
Trabajadores dan los últimos retoques a la tumba de Jacqueline Cristina Palomo Lima, de 26 años, la joven que delató al psicópata de Chalchuapa. Foto EDH/ René Quintanilla
La mamá de Jackeline y Rodrigo está enterrada en este lugar del cementerio de Santa Ana. Foto EDH/ René Quintanilla
El cementerio de Santa Ana alberga a tres de las personas que fueron asesinadas por el expolicía que ahora goza de criterio de oportunidad. Foto EDH/ René Quintanilla
En los juzgados de Chalchuapa no brindaron información sobre el caso. Foto EDH/ René Quintanilla
El comercio y los habitantes del pintoresco lugar continúan el día a día en el casco urbano a pesar del terrible hecho. Foto EDH/ René Quintanilla
José Martínez, de 72 años, es jardinero del cementerio de Santa Ana. Él tiene seis perros y lo acompañan a todos lados. Foto EDH/ René Quintanilla
Un trabajador del cementerio sacude el lodo de sus botas luego de excavar los nichos para los entierros. Foto EDH/ René Quintanilla
La casa del exagente en el pasaje Estévez de Chalchuapa. Foto EDH/ René Quintanilla
Vista frontal de la casa de Osorio. Foto EDH/ René Quintanilla
Iglesia Santiago Apóstol de Chalchuapa. Foto EDH/ René Quintanilla
En los alrededores de la casa, los habitantes continúan sus labores cotidianas. Foto EDH/ René Quintanilla
La ganadería es una forma de vida de los habitantes de Chalchuapa. Foto EDH/ René Quintanilla