Las hermanas Pimentel buscan señal de Internet en lo alto de un cerro de Ahuachapán para poder estudiar
En medio de la montaña donde se encuentra el cantón El Tigre en Ahuachapán, Matilde y Marlene Pimentel han improvisado un aula para poder acceder a sus clases virtuales de la universidad.
Por Menly Cortez
2020-08-22 1:30:14
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A tempranas horas de la mañana Matilde Pimentel de 22 años sale de su casa en el cantón El Tigre en Ahuachapán para buscar señal para el teléfono que le ayuda a poder ponerse al día con sus clases. Foto EDH/ Menly Cortez
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A la misma hora su hermana Marlene de 19 años, la sigue con una mesa y silla plegable. Foto EDH/ Menly Cortez
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Ambas son estudidantes de la Universidad Multidisciplinaria de Occidente. Foto EDH/ Menly Cortez
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Matilde estudia segundo año de profesorado en Matemáticas y Marlene lleva el primer año de la Licenciatura en Estadística. Foto EDH/ Menly Cortez
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Debido al distanciamiento físico para evitar el contagio por COVID-19, Matilde y Marlene Pimentel han improvisado un salón de clases en medio de la montaña , en el cantón El Tigre de Ahuachapán, para poder tener internet y acceder a sus clases virtuales. Foto EDH/ Menly Cortez
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Para conectarse, Melita gasta hasta $25 dólares, pero su hermana ya no alcanza, por lo que ella subsiste con recargas. Marlene debe tener al menos $2.10 de saldo para recibir la clase. Foto EDH/ Menly Cortez
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“(La carrera) no ha sido fácil porque vivimos lejos de la universidad. Cuando me toca presencial y tengo clases a las 6:45 de la mañana me levanto a las 3:30 de la madrugada para salir a tiempo. Camino más de 40 minutos al caserío Los Horcones, de donde sale el carro que me lleva al arco (Duran). A las 5:10 agarró los primeros microbuses que van a Santa Ana”, contó Matilde. Foto EDH/ Menly Cortez
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Aunque el sacrificio para estar a tiempo en el salón es bastante, ambas aseguran que el aprendizaje era mejor. Foto EDH/ Menly Cortez
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Según las estudiantes es raro que puedan escuchar una parte completa como la dice el licenciado, se escucha entrecortado y no se entiende porque se queda parado por la falta de señal. Foto EDH/ Menly Cortez
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Las hermanas han descubierto que cuando el ambiente está nublado la señal empeora y tienen que volver a buscarla.Foto EDH/ Menly Cortez
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En ocasiones deben buscar un árbol alto para concluir con las 3 clases que tienen casi a diario. Foto EDH/ Menly Cortez
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Las hermanas Pimentel estan dispuestas a no dejarse vencer por las circunstancias y aconsejan a otros estudiantes que están en las mismas circunstancias que tampoco se den por vencidos. Foto EDH/ Menly Cortez
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“A otros estudiantes en la misma situación les diría que no se den por vencidos porque en la vida siempre hay obstáculos, pero nuestros objetivos y sueños siempre deben estar fijos. Los dueños de nuestros sueños somos nosotros”, dijo Matilde mientras se encontraba en la compañía de su madre Dora Alicia y su padre don Porfirio Pimentel. Foto EDH/ Menly Cortez