Habitantes de Torola recolectan materiales para construir una escuela para sus hijos
En Torola, en las montañas de Morazán, hay tres caseríos para los cuales la escuela más cercana está tan lejos, que es una odisea diaria para niños y padres llegar a ella y gastan tanto tiempo en el camino que reduce la calidad de vida significativamente. Por eso están en la lucha por construir una con sus propias manos.
Ericka tiene 8 años de edad y asiste al Segundo Grado mientras que su hermana, Esther, de 10, va a Cuarto Grado. De llegarse a construir la escuela ellas y otros 21 estudiantes serían beneficiados con educación más cerca de sus casas. Foto EDH / Yessica Hompanera
Wendy, madre de Esther y Ericka, siempre dispone de su tiempo para ayudar en las tareas. Durante la cuarentena y la suspensión de clases presenciales tenía que hacer malabares para no descuidar los oficios del hogar. Foto EDH / Yessica Hompanera
Lo más divertido de hacer sus tareas es dibujar y colorear. Esto les ayuda a retener muchos detalles sobre lo que estudian. Foto EDH / Yessica Hompanera
Las ocupaciones de las hermanas son jugar, hacer las tareas y ayudar a su mamá en las labores de la casa. Foto EDH / Yessica Hompanera
Juana, su abuela, observa como Ester y Ericka juegan en una entrada de la casa. Su vivienda es de construcción mixta y cuenta con luz eléctrica y agua potable. La escuela más cercana está a una hora y cuarto. Foto EDH / Yessica Hompanera
Wendy prepara el almuerzo luego de que las niñas hacen sus tareas. Ellas son apasionadas por las ciencias y las matemáticas. Foto EDH / Yessica Hompanera
Ericka y Esther ayudan en las labores de la casa sin descuidar sus guías escolares. Foto EDH / Yessica Hompanera
Wendy, mamá de Esther y Ericka, tenía que caminar junto con ellas hasta la escuela y esperarlas hasta que salieran de sus clases. En varias ocasiones tuvo accidentes en el camino debido a lo rústico del camino. Foto EDH / Yessica Hompanera
Juan Francisco Orellana explica que el agua potable en las viviendas de estos tres caseríos se instaló en 2019 y que antes de esto tenían que abastecerse del río Torola que cae en cascadas entre las montañas. Foto EDH / Yessica Hompanera
José Francisco Orellana, es el presidente de la Adesco de Las Raíces, y espera que para tener lista la escuela lo más pronto posible por lo que ha comenzado una recaudación de materiales para su construcción en este terreno. Foto EDH / Yessica Hompanera
Ingrid Hernández de 9 años corre desde el interior de su vivienda en el caserío Tortolico, en Torola. Ella tiene mucha ilusión de tener una escuela cerca de su casa. Foto EDH / Yessica Hompanera
Los padres y madres del caserío Tortolico se muestran emocionados de que exista una escuela más cerca de sus casas. El recorrido que se hacía en una con 45 minutos se reducirá en 25 minutos. Foto EDH / Yessica Hompanera
Los caseríos de Torolo, como el resto de Morazán, se dedican a las labores agrícolas y en algunas familias dependen de las remesas. Los habitantes aseguran que el acceso al trabajo es limitado. Foto EDH / Yessica Hompanera
El Centro Escolar Caserío Ojos de Agua es uno de las 10 escuelas que tienen Torola y lugares como éste se imparte desde parvularia hasta Sexto Grado. Los padres y madres tienen que ingeniárselas para ayudar a sus hijos con sus tareas, no todos saben leer y escribir. Foto EDH / Yessica Hompanera
