“Es un cuerpo detrás de otro, no paramos”. Un sepulturero en medio del la pandemia en Brasil
En doce horas, 62 entierros, una jornada sin respiro. Así es el día a día de los sepultureros del cementerio brasileño de Vila Formosa, el mayor de Latinoamérica, en tiempo de coronavirus.
Por Marcela Moreno
2020-05-21 2:08:09
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Así es el día a día de los sepultureros del cementerio brasileño de Vila Formosa, el mayor de Latinoamérica, en plena pandemia de coronavirus. Antes de cada jornada se toman unos minutos para hacer una oración. Foto EDH/ EFE
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Los sepultureros afilan sus palas para trabajar. Foto EDH/ EFE
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Su jornada inicia a las 6:00 am. Foto EDH/ EFE
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Les esperan 12 horas de trabajo en el cementerio. Foto EDH/ EFE
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El incremento en los costos por servicios funerarios no solo es en los cementerios municipales si no también por parte de las funerarias. Foto EDH/ EFE
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Alllegar al área de sepulturas, donde ya hay decenas de tumbas cavadas a cielo abierto, aparece el primer ataúd. No es un caso de COVID-19, pero nadie acompaña al difunto, ni familiares, ni amigos. Foto EDH/ EFE
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En 120 segundos lo entierran, bajo la atenta mirada de los perros que, abandonados tras la muerte de sus dueños, ahora viven en el camposanto. Foto EDH/ EFE
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James Alan, coordinador de los sepultureros. Foto EDH/ EFE
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Descansan un momento para tomar su almuerzo y continuar con la labor. Foto EDH/ EFE
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A partir de mediodía el sol es más fuerte y comienza a afectar el ímpetu de los enterradores, que acaban de finalizar su trigésimo segundo entierro. “No para, ¿verdad?”, puntualiza Edenilson Souza, de 47 años, compañero de James. Foto EDH/ EFE
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James Alan (d), coordinador de sepultureros, observa una familia desconsolada durante el entierro de un ser querido. Foto EDH/ EFE
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En la tarde hubo varios momentos de tensión. El primero fue cuando el hijo de un padre fallecido con sospecha COVID-19 empezó a insultar gravemente a Adenilson, al exigirle que ayudara a agrandar el tamaño de la fosa asignada para su padre. Lejos de alarmarse, Edenilson se apartó del lugar y guardó silencio. Foto EDH/ EFE
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James Alan, coordinador de los sepultureros, bebe agua mientras descansa de los entierros. Foto EDH/ EFE
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En la pandemia su media se mueve en un abanico de 50-55 entierros por día, con 30-32 casos de COVID-19. Foto EDH/ EFE
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FIN DE LA JORNADA: Sin más sepulturas en la lista, a las 18.10 dan por cerrado el servicio del día. Foto EDH/ EFE
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Sepultureros se quitan sus trajes de seguridad al finalizar la jornada de. Foto EDH/ EFE