La falta de recursos agobia a los residentes del mesón La Nubes en San Salvador
Carretones vacíos, utensilios guardados y las ganas de salir a trabajar para llevar sustento a sus familias es lo que reina en el mesón Las Nubes, ubicado a un costado de la Escuela República de Uruguay, en el barrio Modelo, de San Salvador.
Por Yessica Hompanera - David Carpio
2020-05-13 4:08:16
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Familias residentes del mesón Las Nubes, en barrio Modelo, de San Salvador, no tienen comida por lo que colocaron una bandera blanca y una pancarta para pedir ayuda.
Foto EDH/ Yessica Hompanera
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En el lugar residen 25 familias todas dedicadas a las ventas ambulantes y el comercio informal, uno de los sectores más afectados por las restricciones y medidas de aislamiento. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Lidia Juárez tiene 4 hijos y es vendedora ambulante en la zona del barrio San Jacinto. Los productos que comercializa son galletas, plátanos, tomates, chile y cebolla. Desde que comenzó la cuarentena sus ventas se han reducido y con ello los ingresos para su familia.
Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Lidia y su hijo Sabino, ordenan los útiles escolares. Muchas de las tareas son realizadas en la cama o en los pasillos.
Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Ella no cuenta con subsidio de gas propano y ahora, con el poco dinero que tiene, prefiere cocinar con leña ya que no puede comprarse un cilindro de gas propano. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Lidia posa con sus hijos Sabino y José en la ventada de su cuarto. Ella es una de las residentes del cuarto piso del mesón Las Nubes. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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La familia tiene listas sus mascarillas reutilizables para el momento que puedan salir a vender nuevamente. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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José Galdámez, de 44 años, vende dulces en los buses que circulan por todo el centro de San Salvador. Con el paro del transporte no ha logrado obtener dinero.
Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Jesús Mejía, de 69 años de edad, es un vendedor de agua en bolsa. Tiene 15 años de vivir en el mesón Las Nubes y dice que desde que comenzó la cuarentena domiciliar ha tenido que arreglársela para comer los tres tiempos; sus vecinos le han regalado comida y debe de racionarla. Paga $3 diario por el cuarto.
Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Elena Vásquez, de 29 años, se dedica a vender frescos y agua en el centro de San Salvador. Tiene dos hijas pequeñas. Tampoco a logrado vender nada.
Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Tras casi dos meses de encierro, las 25 familias se unieron el pasado lunes y elaboraron una pancarta para pedir a las autoridades que les llevarán alimento para sus niños. Foto EDH/ Yessica Hompanera