“Se me enfermó mi piecito y me lo quitaron”: dice menor tras sufrir cáncer de hueso en San Miguel
Alisson Sujey Villegas Gudiel tiene 8 años, vive con su madre en el caserío Gualuca del cantón El Brazo de San Miguel. A sus 5 años fue diagnosticada con cáncer osteosarcoma en la pierna izquierda. El 22 de septiembre del 2018 le fue amputada para que la enfermedad no continuará apoderándose de sus huesos. La madre solicita una prótesis para su pequeña.
Alisson Sujey Villegas Gudiel, de 8 años, sostiene en su mano un pollito que su madre cría en donde viven. Foto EDH/ Jonatan Funes
Ella juega con sus peluches sobre la tierra en el patio de su casa, en el caserío Gualuca del cantón El Brazo de San Miguel.
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Levanta cada uno de sus juguetes hasta que se aburre y se pone de pie. Foto EDH/ Jonatan Funes
Alisson posa junto a su fotografía de graduación de preparatoria. Se puede observar en la imagen la falta de cabello debido a las quimioterapias que recibía.
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“A la edad de los cinco años fue diagnosticada con cáncer osteosarcoma, por eso le quitaron el piecito, se lo desarticularon y hemos pasado el tratamiento, hemos sufrido bastante sobre eso pero con psicólogos del Hospital Bloom nos han ayudado bastante en esa situación”, narra Cleidy Nohemi Gudiel García de 30 años, la madre de la menor.
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Lo que le sobra a Cleidy y su pequeña Alisson son las necesidades. Su casa es de láminas con paredes de plástico que dividen la diminuta sala de donde tienen dos camas.
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La menor se entretiene viendo un programa de televisión infantil. En su casa no hay Internet, tampoco cable.
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Cuando Alisson estuvo internada en el Hospital Bloom un personaje caracterizado de Santa le regaló un triciclo con el que juega.
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El padre no quería que le amputaran el pie a ella “Al principio él dijo que no pero yo dije que sí al verla sufrir. Como él no la veía sufrir y quizás no tenía temor de lo que iba a suceder con la niña pero yo dijo que si y la palabra mía valió bastante, al final él estuvo con nosotros pero no nos ayudó en nada. Él emigró para otro país igual no nos ayuda en nada”, comentó la madre.
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La madre explica que fue sumamente difícil para la niña su nueva etapa de vida. “Primero se caía, las botaba y decía que no las quería las muletas. Poco a poco fue aprendiendo a andar en muletas”.
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En el lugar no hay agua potable solo la de un pozo. En ocasiones se ensucia y no pueden utilizarla ni para el aseo personal.
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Para bañarse no queda de otra que hacerlo al aire libre, a la vista de los transeúntes.
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La madre solicita una prótesis para su pequeña. “Yo diría que una prótesis aunque ella esta pequeña y se irá cambiando año a año. Si pueden bastones u otro par de muletas, aunque quisiera que ella pudiera andar con bastones que dice el doctor que es más fácil para ella”, explicó la madre. Foto EDH/ Jonatan Funes
“Se me enfermó el piecito y me lo quitaron”, esa es la respuesta que va a dar a los niños que le preguntan qué le pasó. Foto EDH/ Jonatan Funes
“El acceso para ir al hospital eso lo veo difícil pero como madre tengo que ser responsable, sé lo que ha pasado a mi hija y no la quiero volver a ver en esa situación, aunque solo con el pasaje vaya aunque yo no coma, voy”.
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“Fue difícil para ella andar con muleta porque a sus cinco añitos ya ella recuerda todo, y siente todo lo que ha pasado pero gracias a Dios con la enseñanza de las terapias físicas y psicológicas ha pasado", enfatizó la madre.
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