Blanqui,la salvadoreña de 59 años que demuestra que no hay límites para practicar artes marciales
Blanca Estela García combina su trabajo con la pasión por las artes marciales. Tras ser testigo de asaltos, peleas y faltas de respeto en el transporte colectivo decidió practicar taekwondo para superar sus miedos.
La disciplina y perseverancia en el takwondo le han servido como herrmientas de defensa personal y a vencer el temor.
Foto EDH/ Mauricio Cáceres
Las peleas son requisitos para poder obtener puntos y pasar el examen que le dará el grado de cinta azul con puntos rojos.
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Blanqui en plena práctica en la Academia de Taekwondo Warrior, ubicada en Ciudad Merliot.
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Para pasar el examen y obtener su cinta azul con grado debía romper ocho tablas, Blanqui lo logró.
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Con fuerza y grito quiebra las tablas sin temor.
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El director del gimnasio Warrior, Carlos Alegría, cinta negra tercer dan, da instrucciones de defensa a Blanqui.
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Viajar en el transporte público ya no es un problema, ahora dice que está física y mentalmente preparada.
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“No hay límite de edad para poder hacer un deporte, lo cual es un beneficio para nuestra salud y en algún momento sirve para defensa personal” comenta Blanqui.
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El deporte le ha servido para sentir más confianza en ella misma por la distancia que recorre desde Santa Tecla hasta San Vicente para llegar a su trabajo.
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Blanqui obtuvo orgullosa la cinta azul con puntos rojos.
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