La “cortina de abrazos” que permita a los ancianos recibir el amor de seres queridos en El Salvador
Al igual que en otras residencia del país, en el hogar 'Jardín de los Abuelitos' se impusieron desde mediados de marzo medidas de restricción para evitar contagios del coronavirus.
Por elsalvadorcom
2020-09-11 5:57:39
-
-
Protegida de pies a cabeza, María colocó sus manos en unas mangas y se dispuso a abrazar a través de una cortina de plástico a su tía, quien vive en un hogar para ancianos de El Salvador y a la que no había visitado en cinco meses por las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus. Foto EFE/ Rodrigo Sura
-
-
María Hernández y su tía Arcelia Aguilar, de 87 años, fueron las elegidas para realizar una prueba a la ‘cortina de abrazos’ que se ha instalado en el hogar ‘Jardín de los Abuelitos’, en San Salvador, para poder acercar en un futuro inmediato a los adultos mayores que ahí habitan con sus familiares, a quienes, al igual que doña Arcelia, tienen cinco meses sin ver.Foto EFE/ Rodrigo Sura
-
-
Hernández señaló que en su familia están “tristes” porque ya tenían “cinco meses de no poder venir a visitar, pero con este método (la cortina de plástico)” ya van a poder “venir y abrazarla”. Foto EFE/ Rodrigo Sura
-
-
Los ancianos son la población más vulnerable ante la COVID-19 por las múltiples enfermedades, en su mayoría crónicas, que padecen, por lo que la seguridad sanitaria tiene que ser más escrita y debe de ser cumplida al pie de la letra, explicó el geriatra Luis Bermúdez, encargado de velar por la salud de los quince ancianos hospedados en dicha residencia. Foto EFE/ Rodrigo Sura
-
-
Arcelia Aguilar (i) participa en una sesi?ón de terapia ocupacional después de recibir los abrazos de su sobrina, que tanto extrañaba. Foto EFE/ Rodrigo Sura
-
-
Varias personas de la tercera edad participan en una sesión de terapia ocupacional en un hogar de ancianos en San Salvado. Foto EFE/ Rodrigo Sura
-
-
Teresa Velasco en una de las personas que será beneficiadas con la “cortina de abrazos”. Foto EFE/ Rodrigo Sura