Caer en el abismo del alcohol es "destrozarse la vida", dice Marta, fundadora de la Casa Hogar Puerta de Salvación

Estas historias son parte de la terrible experiencia que muchas mujeres atraviesan debido a las adicciones, de las que muchas no logran escapar.

Por René Quintanilla

2021-08-06 6:33:00

rehabilitacion (1)
La Casa Hogar Puerta de Salvación es un centro de rehabilitación para mujeres adictas ubicado en Mejicanos. En el lugar se les brinda ayuda médica y psicológica para dejar sus adicciones e integrarse a una vida autosuficiente.

Foto EDH/ René Quintanilla

rehabilitacion (11)
La casa, que irónicamente era antes un bar conocido en la zona, es un espacio donde se enseña a cómo recuperar la autoestima. Tiene que cumplir exactamente según un itinerario. Se aprende a hacer amistad, a ser más sociable.

Foto EDH/ René Quintanilla

rehabilitacion (12)
El psicólogo Hugo Nelson Quintanilla, presidente del Hogar para el Alcohólico, considera que el tabú de que las mujeres no consumen drogas se ha reducido significativamente.

Foto EDH/ René Quintanilla

rehabilitacion (14)
Hay mucha ignorancia sobre la enfermedad del alcoholismo”, comentó Quintanilla.

Foto EDH/ René Quintanilla

rehabilitacion (6)
Fátima G.: Empecé a beber a los 7 años cuando vivía con mi abuela en Morazán. Ella me mandaba cada día a comprarle una “pacha” para el almuerzo y siempre me dejaba los “culitos” todos los días.
Antes me valía madre consumir, pero tengo niños por los que luchar. Mi familia no habla conmigo, solo mi mami.

Foto EDH/ René Quintanilla

rehabilitacion (5)
Blanca A.: Inicié con una cerveza un 24 de diciembre. Era una tradición estar alegre en Navidad y yo nunca pensé llegar al punto que llegué. En 2017 conocí a mi novio, a él le gustaba tomar, él me enseñó a tomar guaro puro sin boquear.

Foto EDH/ René Quintanilla

rehabilitacion (2)
Cándida A.: Vine la primera y la última vez un 29 de octubre de 1999. Vine porque era adicta al crack y a la cerveza. Mi hija me trajo para rehabilitación, y desde esa vez jamás he vuelto a consumir. Cuando llegué me tome unas pastillas y me quede dormida tres días por lo cansada que estaba. Cuando uno deja de consumir la vida le cambia y yo la tenía destrozada por nueve años de adicciones. Yo era la más bonita de la colonia, pero la droga me acabó.

Foto EDH/ René Quintanilla

rehabilitacion (7)
La historia de todas ellas son similares. Algunas de ellas han sufrido maltrato físico y sexual.

Foto EDH/ René Quintanilla