Los europeos que llevan alegría y calidez a la comunidad Iberia

En el corazón de la Comunidad Iberia se encuentra un “refugio de amor y ternura”. Es una casa de dos niveles donde habitan tres jóvenes europeas que trabajan voluntariamente con los vecinos de la comunidad.

Por Rene Quintanilla

2018-12-13 9:45:20

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Sabina Kuk, de Polonia, juega con los niños en las casas ubicadas por la vía del tren en la comunidad Iberia de San Salvador. Foto EDH/René Quintanilla
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La polaca Sabina Kuk prepara el desayuno antes de iniciar las actividades en la comunidad Iberia.
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Vicente de nacionalidad francesa, visitó la fundación y también compartió con los niños. Foto EDH/René Quintanilla
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Las misioneras visitan a enfermos y dan calidez humana, luego realizan una oración en el interior de las casas. Foto EDH/René Quitanilla
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Los recorridos inician a las nueve de la mañana por los pasajes y senderos de la Comunidad Iberia. Foto EDH/René Quintanilla
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En la fundación se realizan tarde de jóvenes con la gente de la comunidad y los misioneros. Foto EDH/René Quintanilla
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Sabina es la que más tiempo tiene en la fundación. La extranjera juega en una de las casas situada en la linea del tren. Foto EDH/René Quintanilla
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Los extranjeros trabajan mucho el aprendizaje con dinámicas de juegos en el interior de las casas en la comunidad Iberia. Foto EDH/René Quintanilla
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Las jóvenes misioneras también ayudan a cuidar a los bebés o darles de comer. Foto EDH/René Quintanilla
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Los juegos generan mucha motivación a los habitantes de la comunidad Iberia. Foto EDH/René Quintanilla
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Vicente fue misionero y ahora es coordinador en la fundación, visita la comunidad en ocasiones y realiza las mismas actividades de visita que sus compañeros. Foto EDH/René Quintanilla
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Los vecinos de la comunidad Iberia tienen mucho aprecio por extranjeros de Puntos Corazón. Foto EDH/René Quintanilla
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Tilda Sallaí, de Hungría, abraza a tres niñas que recién llegan de la escuela en la comunidad Iberia. Foto EDH/René Quintanilla