Daños en carreteras, casas incendiadas y supermercados destruidos han sido el resultado de dos fuertes sismos que ha sufrido California. El temblor de la noche del viernes fue de una magnitud de 7,1 en la escala de Richter, convirtiéndose en el mayor de los terremotos que ha afectado a esta zona en los últimos 20 años.
Un automóvil pasa junto a una grieta en la Carretera 178, al sur de Trona. Foto EDH/AFP
Los bomberos trabajan para apagar un incendio en una casa, provocado por el terremoto de magnitud 7.1 ocurrido la noche del viernes. Foto EDH/AFP
El terremoto del viernes fue cinco veces más potente que el sismo de magnitud 6,4 del jueves, también ubicado cerca de Ridgecrest. Foto EDH/AFP
Algunas casas móviles fueron derribadas por el fuerte movimiento. Foto EDH/AFP
Trabajadores reparan un agujero que se abrió en la carretera tras el terremoto. Foto EDH/AFP
Un automóvil pasa junto a una grieta en la Carretera 178, al sur de Trona. Foto EDH/AFP
Una chica limpia botellas rotas en una tienda de licores, los residentes se estaban recuperando de otro fuerte terremoto un día antes. Foto EDH/AFP
Botellas rotas cubren el piso de una licorería en Ridgecrest, California. Foto EDH/AFP
Los comercios y supermercados han sido gravemente afectados, aún no se calculan las pérdidas económicas. Foto EDH/AFP
Cientos de personas que estaban en un concierto de Shawn Mendes en el Staples Center en Los Angeles, California, vivieron momentos de pánico. Foto EDH/ Agencias
Un bombero limpia escombros de una casa incendiada a causa del sismo. Foto EDH/AFP
Los sismólogos advirtieron que se esperaba que las grandes réplicas continuaran durante días, si no semanas. Foto EDH/AFP
Foto de referencia / EDH / AFP.
Un hombre mira una fisura que se abrió en el desierto. Foto EDH/AFP
