Artesanos hacen resurgir el añil para la moda salvadoreña
Actualmente en el país existen unos 80 talleres, en zonas como Chalchuapa, Suchitoto, Los Nonualcos y Morazán, dichos lugares anteriormente eran los mayores productores de añil del país.
Kessia Zelaya ha establecido su pequeño taller en la ciudad de Santiago Nonualco, en La Paz desde donde trabaja en la elaboración de prendas teñidas de añil desde hace más de 10 años.
Foto/ Lissette Monterrosa
Confeccionar la prenda es uno de los primero pasos para la elaboración de los diseños a base de añil.
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Todas las prendas que se elaboran en añil deben elaborarse en algodón.
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Kessia Zelaya asegura que si hay mucho interés de aprender la técnica e implementarlo como negocio.
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Según la artesana en el país existen unos 80 talleres, en zonas como Chalchuapa, Suchitoto, Los Nonualcos y Morazán.
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El reto de Kessia es aprender nuevas técnicas para fomentar la marca y así poder exportar su producto.
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Zelaya asegura que el rescate y puesta en práctica del teñido con añil ha servido de motor para sacar adelante a los artesanos e incrementar las fuentes de ingreso.
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Oscar Tadeo Ordoñez, es un diseñador Textil que utiliza diferentes frutos para obtener variedad de colores para telas donde plasma sus diseños.
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Tadeo además de implementar colores de tinte natural realiza algunos diseños de tejidos hechos a mano.
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Ordóñez ha logrado crear una cadena productiva con otros artesanos y costureras de la localidad, produciendo así más trabajo. Foto/ Lissette Monterrosa
La intensidad del color dependerá de la cantidad de añil y los baños que se le de a la prenda. Foto/ Lissette Monterrosa
Con sus diseños Oscar ha logrado posicionarse entre uno de los diseñadores más influyentes participando en el evento Opulencia pipil que presenta un estilo tradicional pero moderno de nuestras tradiciones.
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La imaginación y creatividad de los artesanos ha dado paso a probar con otros tintes como los árboles tales de nance, almendro, aguacate, palo de mora, teca y guayabo.
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Estos son los diseños elaborados por Tadeo Ordóñez, utilizado añil y otros productos naturales. Fotos/ Lissette Monterrosa
La mayor producción de añil se da en el invierno. Si se siembra en mayo, la cosecha se da en agosto o septiembre.
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Por una manzana de siembra de puede producir hasta 26 kilos de añil. No necesita ni fertilizante ni abono y se reproduce con facilidad para obtener su mayor beneficio.
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La materia prima para elaborar el tinte en añil, es más cara, pero el proceso es mas corto, aun así el costo por kilo ronda los $125 según el productor Antonio Guillén quien siembra y procesa el añil en San Rafael Obrajuelo, departamento de La Paz.
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