No hay duda de que tatuarse se ha convertido en una práctica cada vez más popular en los últimos años. Hoy en día es común encontrase por doquier a personas luciendo con orgullo las imágenes que ellos decidieron plasmarse en la piel.
Si estás considerando hacerte un tatuaje, es importante que sepas que en la mayoría de los casos estos no representan tantos problemas de salud, Sin embargo, debes saber que existen ciertos riesgos que, incluso, podrían repercutir negativamente de por vida.
En muchos casos, la gente escoge los brazos o las piernas para dibujar esa imagen que tanto significa para ellos. Pero muchos otros sobrepasan su gusto y deciden tatuarse algunas partes de cuerpo poco inusuales, como los ojos y las encías.
A través de diferentes medios de comunicación y en redes sociales se han dado a conocer algunos de esos casos, sobre todo aquellos donde el procedimiento resultó ser contraproducente y muy peligroso para la salud. Se trata de personas que han tenido que someterse a otros procesos para “borrar” las marcas o los daños originados por los tatuajes.
Conoce a continuación cinco de esos casos.
1- A punto de perder la vista
En 2016 la modelo polaca tomó una arriesgada decisión que, en la actualidad le podría costar la pérdida total de su visión.
Hace cuatro años, con el fin de imitar a su rapero favorito, decidió tatuarse los ojos, los cuales quedaron completamente oscuros. Hace unos días se conoció que ella interpuso una demanda en contra de la persona que le realizó el procedimiento debido a que ya no ve nada con el ojo derecho y poco a poco pierde la sensibilidad en el izquierdo.
“(después del tatuaje) tenía cataratas y glaucoma. No he podido recuperar la visión, pero los tratamientos médicos me han ayudado a estabilizar la presión de los ojos y aliviar mi dolor”, dijo la afectada al medio ‘Polska Times’.
2- Azul peligroso
Amber Luke, una joven influencer obsesionada con los tatuajes originaria de Australia comenzó a tintarse la piel a los 16 años. En la actualidad tiene aproximadamente 250 figuras en todo su cuerpo. No en vano en redes es conocida como “La mujer serpiente”.
A inicios de 2020, Luke, recurrió a un procedimiento peligroso: se tatuó de color azul la esclerótica de sus ojos. Según contó a varios medios locales, tras el tatuaje quedó ciega por más de tres semanas.
“Desafortunadamente mi artista se metió demasiado en mi globo ocular. Si el procedimiento se realiza correctamente se supone que no debes de quedar ciega en absoluto. Quedé ciega tres semanas. Fue muy brutal”, aseguró Luke en sus redes sociales.
3- Confinada a una silla de ruedas
Luisa Fernanda Buitrago, de Colombia, está arrepentida por algo que hizo en 2017. Ese año decidió hacerse un tatuaje debajo de su seno derecho, sin embargo, durante el procedimiento fue infectada por una bacteria peligrosa que afectó sus pulmones. Según eltiempo.com, Buitrago se sometió a un tratamiento médico que tuvo como lamentable consecuencia la pérdida de su bebé.
“Las agujas no estaban desinfectadas, ni la tinta, ni nada (…) quien me tatuó no da la cara”, declaró en aquel año a diferentes medios.
En 2018 volvió a pronunciarse ante los medios y, para ese entonces, estaba en silla de ruedas y a la espera de una cirugía que le devolviera la movilidad de sus piernas.
4- Quemaduras en las manos
En noviembre de 2019 se conoció una noticia que alertó al mundo entero. Según informaron varios medios ese año, dos hermanos de 11 años sufrieron graves quemaduras en sus manos luego de hacerse tatuajes de henna. Los hermanos Hawkins se hicieron los dibujos temporales en la piel durante sus vacaciones en Egipto. Sin embargo, al regresar su país presentaron peligrosas ampollas.
Tras un análisis médico, se determinó que se trataban de quemaduras químicas por la tinta utilizada. Los niños iniciaron un tratamiento que durará casi dos años.
5- Abultamientos en el pecho
En 2017, la joven tailandesa conocida como ‘Pasuda Reaw’, publicó varias imágenes donde reveló su lamentable historia. Ella quiso borrarse un tatuaje de rosas rojas que traía en su pecho, para ello, se sometió a un dudoso tratamiento llamado ‘Rejuvi’, el cual consistía en la aplicación de una crema que ‘quema’ el dibujo de la piel. El resultado fue nefasto: a Pasuda le quedó un agujero en donde estaba el tatuaje, luego se le formaron unos abultamientos en la piel (queloides). La mujer aseguró que el propósito principal de mostrar su historia era crear conciencia en los jóvenes para que tengan el cuidado apropiado antes, durante y después de decidir hacerse un tatuaje.
