Gustavo González es un seminarista Legionario de Cristo que tiene 29 años de edad. Vive en México y se define a sí mismo como un “religioso enamorado del amor” y amante de las aventuras; pero su gran distintivo son sus 112,000 seguidores en Instagram y otros 269,200 en TikTok.
Este clérigo se ha vuelto en una verdadera sensación en las redes, puesto que ha aprovechado ese espacio digital para llevar a más personas consejos espirituales, sobre todo para los más jóvenes.
A pesar de su éxito, él no tiene mucha experiencia en TikTok: su primer video lo subió el 23 de marzo, justo en las fechas en las que el mundo comenzaba a confinarse debido al coronavirus.
“Me di cuenta que el mundo digital era verdaderamente un lugar de encuentro para los jóvenes (…) Si yo quería evanglizarlos tenía que estar donde ellos están y valorar lo que para ellos es importante”, afirmó Godinez a un medio local.
De esta manera, el religioso ha sido capaz de convertir retos virales en verdaderas enseñanzas que pueden acercar más a las personas a la Iglesia Católica. Debido a eso, él mismo se considera un misionero digital.
Pero el trabajo de Godinez no se limita a lo digital sino que también involucra el territorio. Él y otro grupo de novicios han sido muy activos en llevar víveres a las personas afectadas por la COVID-19 en su nación.
El clic con los usuarios ha sido exitoso, lo cual llena de esperanza a este sacerdote que asegura que continuará llevando la palabra de Dios a quien lo necesite y donde lo necesite.
Godínez aprovecha sus red con casi 270,000 seguidores para compartir ingeniosos mensajes espirituales.
El más guapo de México
No obstante, Godínez no solo es famoso por su tendencia de evangelizar en las redes, sino que ha sido calificado por muchas mujeres como el sacerdote más atractivo de México. Su edad, su presencia y su sonrisa lo convierten en el candidato perfecto para robar los suspiros de muchas de sus feligreses.
En su Instagram pueden leerse algunos comentarios con emojis de corazones o caritas enamoradas o algunos que dicen “yo quiero confesarme solo con usted”, “Que Dios me perdone, pero ufff” o “Mi madre santa, ¿dónde está ese cura?”.
Sin embargo, en sus redes sociales le resta importancia a este tipo de mensajes, ya que ha asegurado que lo que él busca es demostrar que no importa la edad, profesión o religión para disfrutar la vida.