La historia de un joven poseído que asesina a toda su familia porque escuchó voces que le ordenaban hacerlo, es similar al caso de Arne Cheyne Johnson, historia principal de la película El Conjuro 3.
¿Ansioso con la nueva entrega de la saga de El Conjuro? El nuevo largometraje de Ed y Lorraine Warren, lo famosos investigadores paranormales ya está creando expectativas entre los fanáticos de sus historias. Después de la última entrega de El Conjuro, en 2016, hubo constantes preguntas sobre el caso o historia que serviría como base para el film y ahora tenemos la respuesta.
La película comienza con un transeúnte con mirada desorbitada por una carretera de Estados Unidos, los policías lo detienen y se dan cuenta que está ensangrentado. Esta escena trata de recrear y dar una primera impresión del personaje principal, en la película identificado como Arne Cheyne Johnson.
En El Conjuro 3: el Diablo me obligó a hacerlo se aborda el caso de Johnson, un asesino que se declara inocente porque señala que estaba poseído cuando mató a una persona. En 1981 Johnson fue condenado por el asesinato de de una persona. Este caso es famoso porque es el primero que llegó a un tribunal de Estados Unidos y el principal argumento de la defensa del acusado fue la "posesión demoníaca".
Johnson aseguró que había cometido el crimen porque el diablo se lo había ordenado.
En la película, los Warren tendrán que hacer su trabajo en medio de una atmósfera judicial, que tiene todos los sustos pertinentes. La historia que vería la luz en septiembre de 2020, pero a causa de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 fue aplazada y programada para junio de 2021, ahora, ya se tiene el tráiler. El clip está dando mucho de qué hablar, pues como es característico de las historias del matrimonio Warren, erizan la piel.
Esta historia es similar al terrible caso de Amityville donde también estuvo involucrado el matrimonio Warren.
La historia
Ronald DeFeo es un joven de 23 años que masacra a su familia en 1974 un pequeño pueblo de Estados Unidos llamado Amityville, situado en Long Island.
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Los pobladores quedaron impactados por el asesinato de una familia completa. El perpetrador fue uno de los hijo del matrimonio DeFeo, Ronald disparó a sus padres y sus cuatro hermano mientras estaban dormidos al interior de su casa.
El joven de 23 años la noche anterior a la masacre drogó a su familia para poder ejecutar su plan: fusilarlos uno por uno en sus habitaciones. El plan no falló, así lo hizo, disparó a todos sus familiares por la espalda, a excepción de la madre a quien la asesinó con un disparo en la cabeza. Las víctimas fueron encontradas boca abano con los brazos cruzados, según los archivos policiales de la época.
En el pueblo, el joven era conocido como Ronnie, quien después de los asesinatos escondió la escopeta con la que disparó y corrió hacia un bar del pueblo gritando que alguien había asesinado a su familia. Al llegar, la Policía encontró la macabra escena.
Las autoridades pronto descubrieron que el hecho de aquella terrible masacre era Ronnie. La defensa del joven argumentó que sus facultades mentales no estaban bien porque aseguraba haber cometido los asesinatos porque escuchaba voces que le ordenaron matarlos.
Los jueves no creyeron el argumento y lo condenaron por asesinato premeditado, fue sentenciado a 25 años de cárcel por cada una de sus víctimas, en total 150.
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Ronnie no cumplió su condena, murió el 12 de marzo de este año a los 69 años en un hospital de Nueva York. Los funcionario del departamento de correcciones confirmaron la muerte a Newsday, pero no las causas. Las últimas horas de su vida las pasó en el Albany Medical Center.
Los casos
Un año después de la tragedia, una nueva familia compró la casa, según publicación de Biobio Chile. El inmueble era una lugar de ensueño porque estaba edificada en un terreno grande, tenía tres pisos, cinco habitaciones y un amplio sótano.
La nueva familia conocía de la tragedia que había ocurrido en la casa y cuando llegaron llevaron un a un sacerdote a bendecir la propiedad.
"Cuando George y Kathy Lutz llegaron al lugar junto a sus tres hijos, llevaron a un sacerdote a bendecir la propiedad, pero según cuenta la leyenda, apenas el hombre pisó el lugar una voz proveniente del inmueble les gritó: Fuera de aquí. Esa sería la primera de muchas muestras de actividades paranormales que se vivieron en dicho lugar", consigna el medio chileno.
La familia contó en un documental que en la casa se escuchaban ruidos, aparecían olores y manchas desconocidas por toda la casa y las actitudes de los integrantes de la familia empezaron a cambiar, el más afectado fue el padre.
George sentía frío todo el tiempo y esto lo hacía pasar horas frente a la chimenea, poco a poco se despreocupó de su aspecto personal, se volvió malhumorado y extraño.
Melissa, la hija menor del matrimonio comenzó a tener una amiga imaginaria llamada Jodie, cuyo nombre perteneció a una de las hermanas pequeñas de Ronnie. Este personaje cobró bastante fuerza dentro de la familia y hasta los otros integrantes de la familia empezaron a verla.
Danny Lutz, uno de los hijos de la pareja y que en ese momento tenía nueve años, contó tiempo después que la familia vivía con miedo.
"Yo no sabía nada de lo que pasó allí hasta el día en que entré en la casa. Mamá nos dijo: ‘Hay algo que quiero que sepas. Había una familia que fue asesinada aquí’. Ella nos preguntó si nos molestaría. Pero cuando uno tiene esa edad apenas sabe lo que es un asesinato", contó en el documental.
"Yo creo que el mal puede manifestarse de cualquier manera o forma que elija y yo estoy seguro de que era una víctima de eso. Mi madre solía decir que las cosas buenas le pasan a la gente buena y que las cosas malas le pasan a la gente mala. Pero a veces las cosas malas también le pasan a la gente buena", dijo.
Narró que en una ocasión encontraron una habitación infestada de moscas y en una ocasión vio "una criatura de aspecto maligno en la ventana del dormitorio de su hermana menor".
Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue cuando él y su hermano fueron encontrados levitando: "Los dos nos despertamos y nuestras cabeceras y pies estaban aplastándonos y golpeándonos uno al otro en el techo. Después de eso mamá me dijo: ‘Ve a preparar tu maleta. Nos vamos a casa de la abuela, vamos a salir de aquí’. Yo no sabía que nunca regresaría a la casa de Amityville".
Los espeluznantes hechos fueron conocidos por los pobladores, luego por los medios de comunicación y fue ahí cuando se empezó a dudar de la familia, pues se pensó que sólo querían dinero. No obstante, el matrimonio Warren fue llamado para investigar y tiempo después contaron que lamentaron haberlo hecho porque este fue el peor caso que enfrentaron como investigadores de hechos paranormales.
"El caso en sí ha afectado nuestras vidas personales más que cualquier otro caso en el que hayamos trabajado en cincuenta y cuatro años de investigación. Hemos estado involucrados en peligrosos casos diabólicos, hemos estado involucrados con levitaciones y sangre procedente de los ojos de alguien. Todo tipo de cosas malas. Pero ese caso nos siguió en nuestra casa. Nos atacaron la primera vez que entramos a la casa, y eso es muy inusual", contó Lorraine Warren.
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La pareja declaró que durante todo el tiempo que investigaron fueron agredidos físicamente. Por ejemplo, Ed fue lanzado al piso en varias ocasiones mientras rezaba.
También aseguraron sentir una presencia demoníaca y haber visto los cuerpos de la familia DeFeo en las habitaciones.
¿De dónde surgió tanta maldad?
Este tipo de temas son vistos con escepticismo, leyendas, pero más de allá de lo real podría existir una explicación a los hechos sobrenaturales. Ahora es una leyenda, pero en el pueblito se decía que la propiedad donde está construida la casa pertenecía a John Ketchum, un practicante de magia negra que tenía una cabaña donde se edificó la casa. El hombre también pidió que sus restos fueran enterrados en aquella tierra.
También se decía que los indios Shinicock en algún momento vivieron en esas tierras que fueron usadas para albergar enfermos, locos y se dejaron morir en el abandono.
Los Warren creían que el sufrimiento que había ocurrido en el lugar dejó en propiedad una energía muy negativa y una oscura historia, lo que es un imán para los espíritus demoníacos y lo sobrenatural.
Gracias a los investigadores, los Lutz pudieron recuperar parte de sus cosas y la escritura de la propiedad, lo cual permitió que la casa fuera vendida nuevamente. En 2010 se vendió por 950 mil dólares, y hoy está otra vez en el mercado. Sin embargo, no hay más informes de actividad de los residentes recientes.
El Conjuro 3: "el Diablo me obligó a hacerlo" es la octava película del universo cinematográfico de "El Conjuro", que incluye una aterradora lista de largometrajes: "El Conjuro" (2013), "Annabelle" (2014), "El Conjuro 2" (2016), "Annabelle 2: la creación" (2017), "La monja" (2018), "La maldición de la llorona" (2019) y "Annabelle 3: vuelve a casa" (2019). ¿Te animas a ver esta nueva entrega?