La emblemática estatua del Cristo Redentor, ubicada en la cima del cerro del Corvovado en Río de Janeiro, Brasil, cambió de aspecto la noche del pasado miércoles. Y es que en ella se proyectaron las banderas de los 166 países en los que se han registrado casos de COVID-19.
Las banderas de El Salvador y Nicaragua no se proyectaron, ya que a esa hora ambos países aún no habían registrado ningún caso de la enfermedad.
En la vestidura de la imagen también se proyectaron los mapas de cada uno de los continentes.
El conmovedor video mapping se llevó a cabo durante un acto religioso sin público para orar por todas las personas que están padeciendo por la pandemia.
La ceremonia religiosa fue encabezada por el obispo de Río, cardenal Orani Joao Tempesta, y tan solo tuvo como espectadores directos a fotógrafos y camarógrafos con credencial, ya que el Santuario donde se encuentra el monumento está cerrado para el público desde el pasado martes.
“Es un momento de oración y de unión entre los pueblos. Rezamos y le pedimos a Dios que las autoridades encuentren los caminos y que todos colaboren para que podamos superar lo antes posible este tiempo difícil”, explicó Tempesta en su homilía.
El gobierno regional de Río de Janeiro implementó algunas medidas que ayuden a evitar la expansión del virus que transmite la enfermedad. Entre las recientes disposiciones está el cierre temporal de todas las atracciones turísticas de la ciudad; con ello se pretende eliminar las aglomeraciones.