Una anciana residente de la ciudad francesa de Compiage, cerca de París, nunca imaginó que el “insignificante” cuadro que tenía colgado en uno de los pasillos de su casa era en realidad una auténtica obra maestra del Renacimiento temprano, del siglo XIII.
Fue después de que ella llevara el pequeño cuadro pintado sobre madera de álamo a una casa de subastas para que lo analizaran que conoció el verdadero valor . La pintura mide 25.8 por 20.3 centímetros.
La obra, llamada “Cristo burlado”, creada por el maestro florentino Cimabue, lo tenía colgando entre su cocina y su sala de estar, directamente encima de un horno.
La dueña del cuadro pensó que era solo un icono religioso viejo y de poco valor, sin embargo se llevó la sorpresa de su vida cuando en la casa de subastas Actéon le revelaron el valor, el cual se estimaba entre 4 y 6 millones de euros (de 4.4 a 6.6 millones de dólares). El hallazgo fue confirmado por el gabinete de expertos Turquin, quien, además, autentificó la pieza.
La mujer no supo explicar como la obra había llegado a manos de su familia.
Se cree que la pintura formaba parte de una serie de paneles que datan de 1280, cuando Cimabue, quien enseñó a Giotto, pintó ocho escenas que representaban la pasión y crucifixión de Cristo.