Todo ocurrió en Botsuana, cuando un piloto sudafricano identificado como Charl Viljoen, que forma parte del personal de Kalahari Air Services, decidió estrellar una avioneta contra un club con la única intención de matar a su esposa.
La mujer, con quien se presume había tenido un altercado horas antes, se encontraba celebrando un baby shower, evento en el que estaban unas 50 personas invitadas.
Según testigos, la pareja mantuvo una fuerte discusión que incluso llegó a los golpes, y Viljoen se marchó del lugar. Lo que nadie sospechaba era que se dirigía hacia el aeródromo de Gaborone, donde robó una avioneta KingAir 200 con el maquiavélico plan de matar a su mujer.
De acuerdo a los testigos, el piloto despegó la aeronave y sobrevoló muchas veces el lugar donde estaba su mujer, muy cerca de la frontera con Sudáfrica. Uno de los testigos explicó a la prensa local que, antes de estrellar la avioneta, el piloto profesional llamó a un amigo que también estaba en la fiesta para preguntarle si su esposa aún seguía en el lugar.
La llamada hizo sospechar al amigo que algo no andaba bien, por lo que comenzó a gritarle a todos que salieran corriendo del lugar. Afortunadamente, ninguno de los asistentes resultó herido gracias a la rápida reacción del Club Fying Matsieng para evacuar.
En el video se observa el momento en que la avioneta sobrevuela muy bajo antes de golpear una estructura de la casa club, hecho que dejó cuantiosos daños materiales, así como varios vehículos en llamas.
Las instalaciones quedaron totalmente calcinadas por las llamas. Tras el suceso, la única víctima mortal resultó ser el propio piloto.