Los chilenos están conmovidos por una historia de amor y esfuerzo protagonizada por dos ancianos que viven en pareja desde hace 28 años y aunque no están casados, prometieron cuidarse en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe.
Anciano narra cómo es cuidar a su pareja con Alzheimer mientras trabaja.
Se trata de Mario Núñez de 71 años y Fresia Faría de 65. Él es conductor de autobuses y ella padece Alzheimer, situación que tiene a Mario atado al trabajo, sin poder jubilarse y tratando de costear las necesidades de su esposa.
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La historia de esta pareja se ha viralizado en las redes sociales porque Mario lleva a Fresia con él en cada viaje de autobús que realiza. No tiene quién la cuide y sus ingresos no le permiten pagar a una enfermera.
En una entrevista al periódico El Día, el señor de avanzada edad explicó que ya solicitó ayuda a las autoridades locales para gestionar un cupo en el Hospital de Coquimbo donde ella tenga una estadía y esté tranquila. El sitio es una centro de referencia regional en el tratamiento de todo tipo de demencias.
Mario trabaja de 10 a 12 horas, de manera extra cuida en todos los aspectos a Fresia. Contó que eso lo mantiene muy estresado y, literalmente dijo que “no daba más. Tristemente confesó que a veces quisiera autoeliminarse.
No es para menos, su jornada de trabajo inicia temprano y se levanta a las 5:30 a.m. Hace recorridos en el microbús por La Serena y Coquimbo.
“Haga frío o calor, o como sea que esté el clima, tengo que levantarla. Me da pena hacerlo porque la veo durmiendo y no quisiera. Le pongo su ropa, le lavo los dientes, tengo que llevarla al baño y limpiarla cuando hace sus necesidades porque ella no es autónoma”, relató.
También dijo que Fresia se ha caído del transporte porque va dormida o hace frío, otro problema que lamenta es cuando ella quiere hacer sus necesidades. Aunque muchos comprenden, otros se burlan y según sus palabras “eso duele”.
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Es un cuidador quemado, puesto que perdió su vida social, no conversa con nadie, no escucha música, ni ve televisión. Vive para Fresia porque es su obligación como pareja.
Ha tocado muchas puertas pero hasta el momento nadie le ha brindado la ayuda que necesita. Aseguró que no quiere deshacerse de su señora, solamente quiere internarla en un lugar donde esté de lunes a viernes.
“Nací de una mujer y por eso las respeto. Nos dan la vida, nos cuidan desde bebés hasta que pasamos a ser personas independientes. Entonces ¿cómo podría no quererla?”, declaró.