Bañado por el océano Pacífico y con un clima cálido, El Salvador es, indiscutiblemente, un país tropical. Pero entre sus tierras abrasadoras, también hay espacio para áreas más frescas, sobre todo al norte del territorio.
Alejados del caos citadino, con el arrullo de la brisa, el sonido de las corrientes de ríos o el trino de los pájaros, la zona montañosa ofrece refugios mágicos para que sus visitantes se alejen de agotadoras rutinas.
En este artículo se han escogido rústicas y únicas cabañas, enclaustradas en bosques o montañas de Santa Ana, Chalatenango y Morazán; demostrando así que no necesitas ir hasta los alpes suizos, Burdeos o la Patagonia para disfrutar de un escenario encantado. Bastará con desplazarte a estos departamentos norteños.
Conoce lo que ofrecen estos refugios encantados.
La Burbuja: ubicada en el cerro Aguacatal, en Chalatenango, esta cabaña fue diseñada para alojar, cómodamente, a cinco personas. Pero más allá de esta casa rústica, los huéspedes pueden disfrutar de 50 manzanas de terreno, incluyendo senderos que te dirigen a un río y a un de las colecciones más grandes de suculentas. La Burbuja está totalmente equipada, pueden realizarse fogatas y trabaja a base de energía solar. “Es un lugar para desconectarse. Es más cuestión de personalidad, el mar tiene su encanto, pero hay más movimiento y ruido. La parte de la montaña es todo lo contrario: es más reflexivo y familiar”, declaró Luis Artiga, representante de este espacio.
Las reservaciones para instalarse en La Burbuja son a través de Airbnb y el precio para pernoctar en ella es de $150. El check-in se realiza a las 3:00 p.m. y el check-out a la 1:00 p.m., del siguiente día.
Villa verde: después de los Acuerdos de Paz, Morazán comenzó su reconstrucción económica y social, gracias a ello esta región conservó su belleza natural y su riqueza ecológica. En este departamento se encuentran estas amplias casas de campo, ubicadas al final de Cueva del Ratón, en Perquín. Dispersas en un terreno de 10 manzanas, estas exclusivas cabañas están rodeadas de pinos, árboles frutales, piñales, cascadas y ríos. En Villa Verde se pueden realizar eventos al aire libre, se visita la cueva Nariz del gigante y se puede relajar en una piscina natural, la que se forma por el río que está dentro de esta propiedad. El lugar posee barbacoas, agua caliente, área de bar, se pueden ingresar alimentos u ordenar en el restaurante.
Si estás interesado en conocer este espectacular lugar y su sinigual comodidad por su fresco clima puedes contactarte al 7668-5413 o hacer una travesía hacia final calle Cueva del Ratón, a escasos 15 minutos del desvío del cantón La Tejera, Perquín, Morazán.
Terra Nostra: con un concepto muy familiar, este espacio, localizado en el cantón El Limo, Metapán (colinda con la zona de Montecristo), cuenta con dos cabañas amuebladas, un área de camping y de fogata, un muelle, pérgolas y una cascada. Según su fundador, Obed Umaña, en Terra Nostra se ofrece un servicio personalizado, y de él se destacan los alimentos orgánicos que ahí elaboran (como lácteos y café), los paseos a caballo o la oportunidad de ordeñar vacas. Sin duda encontrarás seguridad, naturaleza y mucha paz.
Si te interesa conocer estas cabañas para seis personas, puedes reservar al 7786-4132. El precio para pernoctar es de $65.00, este varía dependiendo de los servicios solicitados. El ingreso es a partir de las 10:00 a.m. y la salida es a las 3:00 p.m. Necesitarás de un transporte 4×4 para acceder a Terra Nostra.
Jaraguah: en Dulce Nombre de María, Chalatenango, el arquitecto Bryan Cano decidió, en 2017, iniciar una vía ecológica. Las primeras cabañas han tenido gran repercusión por su peculiar construcción: en marco de A, construidas de materiales nobles (madera de roble, pino, bambú), un poco de concreto y techos de zacate. De acuerdo con Cano, los visitantes pueden disfrutar de edificaciones equipadas y un baño exterior hecho de bambú, pero lo interesante es la conexión que se ha creado entre los negocios del pueblo. Según Cano, Dulce Nombre de María era un municipio de paso, a diferencia de sus similares La Palma o Citalá, pero hay mucho más que ver. “Teníamos esa competencia y quisimos crear algo diferente, algo a lo que la gente no estuviera acostumbrada a ver”, comentó Cano.
Si te alojas en Jaraguah podrás explorar el cerro Candelero, el Parque Ecológico El Manzano, la cueva del Ermitaño, donde hay arte rupestre, y disfrutar los platillos de otros locales en alianza con este rústico espacio. Puedes encontrar más información en su Facebook.
Cabañas y mirador El Pericón: en el cerro El Pericón, municipio de Arambala, Morazán, se localiza este enorme centro turístico. Una espectacular vista motivó a sus propietarios a convertirlo un espacio más accesible para salvadoreños y extranjeros. Tiene una filosofía verde, por lo que no se permiten los plásticos de un solo uso. Entre sus atractivos están el tour del enequén, caminos de miel (apícola), vivencial de café, historia, naturaleza y aventura.
Para hospedarse en este mágico rincón puede contactarse al 2613-3605 o vía WhatsApp al 7927-4095. El precio por persona para alojamiento por noche es desde $25.00, con desayuno incluido.
