¿Cómo? y ¿cuándo? Son las preguntas que ahora determinan el turismo a raíz de la pandemia. Es evidente que la forma en cómo el mundo viajará cambiará drásticamente. Ya muchos han comenzado a plantearlo y discutirlo: cuándo se abrirán las fronteras, quién estará interesado en dormir en otra cama y tener que ducharse en otro baño sin saber cómo han sido los protocolos de limpieza, entre muchas otras dudas.
El pasado 19 de junio, la Organización Mundial del Turismo (OMT) confirmó que, después de muchas evaluaciones a nivel internacional, Europa y Asia lideran en el tema de implementación de políticas específicas para el turismo, por supuesto están basadas en “protocolos higiénicos y sanitarios, las certificaciones y etiquetas para prácticas limpias y seguras y los ‘corredores’ de seguridad turística entre países son las medidas más comunes”. Claro, las estadísticas del COVID-19 en estos continentes ya han pasado sus puntos más críticos.
Y aunque estas medidas significan una garantía para quienes se interesen en viajar, ello no garantizará que muchos decidan emprender una aventura poco tiempo después de una crisis sanitaria mundial; incluso la analista económica Helane Becker señaló a la revista Forbes México que podrían pasar de dos a cinco años para que el número de pasajeros en un vuelo comercial regrese a los niveles que hubo en 2019. Todo un desafío para este rubro.
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Es un hecho, el miedo continuará en el equipaje de millones de personas. Pero el confinamiento también ha acrecentado la necesidad de viajar, de estar lejos de casa, de estar en contacto con la naturaleza, entre otras actividades ligadas a la exploración y a la distensión.
Para el jefe de investigación de Turismo y hospitalidad en la Universidad de Bournemouth, en el Reino Unido, el interés por viajar a otros lugares no ha mermado, “pero van a ser necesariamente mucho más cautelosos sobre lo que hacen. Y no solo van a necesitar ser persuadidos de que es seguro viajar, sino que necesitarán ver los cambios físicos reales hechos para que los viajes sean más seguros”.
Y entre estos cambios concretos puede conocerse ya lo que hizo la aerolínea Emiratos Airlines a sus pasajeros durante un pre-cheking de un vuelo que iba de Dubái a Túnez: les realizó una prueba de sangre para detectar si eran positivos a COVID-19. O saber que muchos hoteles muestran sus certificaciones de desinfección para que sus clientes se sientan más confiados.
Sea que decidas viajar al interior de tu país o que vayas más lejos después de que toda esta crisis pase, deberás sumarte a la nueva tendencia de hacer turismo: protocolos minuciosos de limpieza en aeropuertos, aviones y hoteles, banquetes al dormitorio, entre otras que explicamos a continuación.
Gastronomía: muchos consideran que el servicio premium es el que prevalecerá luego de la pandemia, como las comidas a la carta llevadas directamente al dormitorio, por ello la figura de un mayordomo será clave. Los bufés libres no se consideran una opción muy acertada, pues en estos amplios salones pueden concentrarse muchas personas y se manipulan demasiados utensilios, el ‘showcooking-izado’ podrá sustituirlo.