Rockpupusas, una mezcla de rock y maíz negro al estilo salvadoreño

La necesidad de innovar en la pandemia por COVID-19 empujó a David Ávila a elaborar una nueva receta.

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Foto EDH/ Lissette Lemus

Por Lissette Lemus

2021-07-23 6:53:26

Innovador es la palabra que mejor describe a David Ávila, propietario del bar y restaurante Medieval. La cuarentena impuesta por la pandemia en 2020 fue una oportunidad que él aprovechó para crear nuevos platillos y mejorar el menú para deleite de sus clientes.

Es así como surgió la idea de las rockpupusas, un delicia culinaria elaborada a base de maíz negro con los tradicionales sabores: revueltas o ‘mosh pit’, frijol con queso o ‘metalera’ y solo queso o ‘rockstar’.

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Luis confiesa que las pupusas son su platillo favorito, como el de la mayoría de salvadoreños, y después de comprar unas libras de maíz negro en el mercado La Tiendona, decidió experimentar con este producto.
“Se me ocurrió hacer pupusas de ese maíz y adecuarlas a mi concepto de restaurante bar rock metal”, comenta.

La primera vez que hizo las pupusas de maíz negro y queso se percató que el sabor es ligeramente distinto. “Me di cuenta que tienen un toque salado y eso las hace diferente”, agrega Daavid.

Para medir la aceptación que podía tener el nuevo platillo, David comenzó a regalar a sus clientes las pupusas como prueba, en tamaño de boquitas o botanas.

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Los comentarios que recibió fueron positivos, “les parecía una buena alternativa, aunque a la vez extraña” afirma, y es por eso que decidió incursionar con el nuevo platillo en el menú, el cual se caracteriza por nombres relacionados al gusto musical del dueño: el rock y el metal.

Las rockpupusas también fueron una oportunidad de aprendizaje para todos los colaboradores del negocio. María Teresa Pérez tiene 19 años de trabajar en la cocina del Medieval, pero fue hasta la pandemia que aprendió a hacer pupusas.

“No podíamos, pero tuvimos que aprender a ‘pupusear’, no es fácil pero preguntando a otras personas fui aprendiendo”, expresa con orgullo la cocinera, mientras va llenando poco a poco la plancha con las pupusas oscuras.

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Zoila Marina Pérez y María Teresa Méndez son las encargadas de hacer las pupusas negras, que los comensales solicitan para comer en el lugar, para llevar o en el servicio a domicilio, el cual está disponible en Santa Tecla y San Salvador.

El color de las pupusas es natural, no le agregan ningún ingrediente extra y el proceso de cocción del maíz y preparación de la masa es igual al del tradicional.

Martes de pupusas a “cora”

En el Mediaval, cada día hay promociones: el lunes es el bufete de pizzas. Por cinco dólares los clientes pueden comer toda la pizza que quieran. Entre las especialidades elaboradas con recetas propias están Cannibal Corpse, Ozzy Orbourne, Freddie Mercury, Red Hot Chili Peppers y la Agropecuaria.

El martes ha sido designado para disfrutar las pupusas rockeras a tan solo 0.25 centavos de dólar, de 6 de la tarde a 10 de la noche. “El martes es una locura con las pupusas, hemos llegado a hacer hasta 500 pupusas en un día. Es uno de los productos más demandados en la sucursal San Luis”, relata David. El resto de la semana se saborean por 0.50 centavos cada una.

El restaurante cuenta con servicio ‘delivery’ y por la compra de $6 en adelante, el envío no tiene costo en las áreas de Ciudad Merliot, Santa Tecla, Antiguo Cuscatlán, Santa Elena, San Jacinto, y el municipio de San Salvador.

De bohemio a una opción familiar

El 31 de este mes, el Medieval cumple siete años bajo la administración de David Ávila; el emprendedor comenta que su sueño de convertir este lugar bohemio y sin un concepto claro en un lugar más familiar, donde las personas puedan disfrutar de buena comida, se ha ido logrando poco a poco. “Al principio solo teníamos un cocinero y si se enfermaba no había comida”, revela.

Foto EDH/ Lissette Lemus

La pandemia fue el impulso para que la cocina se volviera más especializada y ahora genera empleo para siete cocineros, que se turnan en diferentes horarios. “Hemos ido migrando a la comida debido a la aceptación de la gente y la necesidad de ofrecer comida a domicilio durante la pandemia”, concluye.