Brasil, tierra de carnavales

El carnaval es fiesta, música y color; rumba y algarabía que invitan al exceso, a bailar y a cantar sin descanso. Diferentes regiones del país sudamericano celebran sus espectáculos únicos, y que nada tienen que envidiarle al de Río de Janeiro.

descripción de la imagen

Por EFE

2019-02-28 6:43:58

Además del Carnaval de Río son muy populares los de Salvador, Recife, Olinda, Florianópolis y Sao Paulo, cada uno con sus propias particularidades pero siempre con la samba a la batuta y exaltando la riqueza cultural que ofrece el “país tropical”.
El carnaval -caracterizado por las máscaras, los disfraces, la música, el color y los excesos- es una celebración profana que da la bienvenida a las privaciones religiosas.
El término se deriva del italiano “Carne Vale”, que significa “adiós a la carne” y que hace referencia a la Cuaresma de la religión católica -período de 40 días de abstinencia en el consumo de carne, alcohol y otros placeres mundanos- que comienza el Miércoles de Ceniza y termina en la Pascua.
En Brasil se compone de diversos elementos y se manifiesta de distintas maneras en cada una de las regiones, y aunque la samba siempre está presente, no siempre es el ritmo predominante. Los siguientes son ejemplo de ello.

1. Salvador, Bahía


La capital del estado de Bahía, simboliza el revivir de la cultura “yoruba”, grupo etno-lingüístico del oeste africano que llegó a Brasil de la mano con la esclavitud durante la época de la conquista.
La mística y la tradición de esa cultura se reflejan en las comparsas callejeras, conocidas como “blocos”, que recorren la ciudad detrás de grupos musicales que van sobre unos enormes camiones acondicionados con luces y sonido denominados “tríos eléctricos”.
Los ritmos que acompañan los festejos son variados pero sobresale el “axé”, que mezcla armonías africanas con melodías del nordeste de Brasil y del Caribe, con un toque de pop-rock.
Este carnaval se vive en las calles, a diferencia de los de Río o Sao Paulo, donde los principales desfiles se realizan en el Sambódromo.

2. Recife, Pernambuco


En el nordeste destacan las tradiciones del estado de Pernambuco, del que Recife es capital.
Su principal protagonista es el “Galo da Madrugada”, considerado el mayor bloco carnavalesco del mundo, encargado del desfile de apertura de la fiesta, que comienza el sábado antes de la cuaresma y se extiende por tres días más.
Al igual que en Salvador, este carnaval se vive en las calles con los tríos eléctricos, ejes de la celebración, donde el Frevo, un ritmo inspirado en la capoeira, una expresión cultural brasileña que mezcla arte marcial, deporte, cultura popular, danza y música, es el ritmo más escuchado.

3. Olinda, Pernambuco


Vecino al de Recife, a tan solo unos 10 kilómetros, se celebra el carnaval de Olinda, uno de los más tradicionales de Brasil y cuyo símbolo más emblemático son unos muñecos gigantes, de más de dos metros de altura, que año tras año representan a políticos, artistas, músicos y personalidades de esa nación y del mundo entero.

En Olinda, una joya arquitectónica considerada Patrimonio Histórico y Cultural por la Unesco, el carnaval es inaugurado en la madrugada del sábado por “El hombre de media noche”.
Cada año reúne a más de un millón de personas que se mezclan con los muñecos gigantes y que desfilan con los blocos por sus coloniales calles al ritmo del Frevo, la Samba y el Forró, un ritmo tradicional de las fiestas populares del nordeste brasileño.

4. Florianópolis


Esta ciudad es la capital del sureño estado de Santa Catarina, conocido por sus hermosas playas. Aquí los actos centrales se celebran, como en Río de Janeiro, con desfiles de las escuelas de samba por escenarios construidos especialmente para las fiestas, como la “Passarela do Nego Quirido”.

Durante toda la época del carnaval, los barrios son invadidos por los blocos, que son agrupaciones que se organizan para desfilar por las calles, esto es popularmente conocido como el “Carnaval de rua” (Carnaval Callejero).
Llamado también como el “Carnaval de la magia”, tiene dos atracciones más: el bloco de los “sujos”, en el que los hombres se disfrazan de mujeres y viceversa, y el concurso de disfraces “Pop Gay” que tiene muchos adeptos.