Es la joya por excelencia del Renacimiento, movimiento que catapultó el arte, la arquitectura, la literatura y la ciencia durante los siglos XV - XVI. Urbe declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Es considerada la ciudad más bella del mundo. Y no es para menos, Florencia (capital de la región Toscana de Italia que no supera los 400 mil habitantes) concentra la mayor cantidad de obras maestras del planeta: esculturas, pinturas, frescos y monumentos arquitectónicos, atractivos para turistas que llegan de todo el mundo a este paraíso del arte, la cultura y la buena mesa.
Las calles estrechas, que conectan una plaza tras otra, a cual guarda mayores tesoros de la historia del arte universal hacen olvidar al visitante las necesidades del transporte público, aunque la ciudad dispone de autobuses, carruajes tirados por caballos y hasta triciclos para pasajeros; además de la red de trenes de alta velocidad que la conectan con otros puntos neurálgicos de Italia: Roma, Venecia y Milán, por mencionar algunos.
La Habana Vieja es la zona más antigua de la capital cubana. El lugar es el reflejo de una mezcla de estilos arquitectónicos y el testimonio de diferentes épocas. En la actualidad, es una de las zonas más turísticas debido a la restauración de iglesias, fortalezas y otros edificios históricos.
Florencia se ha coronado como la joya del Renacimiento, ese periodo de esplendor que supuso -desde principios de 1400 hasta finales de 1500- un cambio de visión del mundo y la salida paulatina del oscurantismo medieval, un tiempo en que empezaron a congeniar los aportes de las artes, el humanismo y la ciencia, con los dogmas de la iglesia que dominaron los mil años anteriores.