El Salvador es uno de los países que está situado encima de la placa de El Caribe, lo que lo convierte en el propietario de más de 30 lagos y lagunas cortos pero abundantes, por su geografía. Estas manifestaciones ístmicas les dan fama a nuestro país, por lo que te invitamos a que te embarques en un viaje que te llevará por sus rincones más bellos .
Propondremos ocho visitas por los lagos y lagunas que tienen un encanto especial para sorprenderse.
1. Laguna de Olomega
Las cientos de aves migratorias y nativas que vuelan alrededor de este sitio, lo hacen, sin duda, una zona mágica. Además, es uno de los lugares en El Salvador con mayor cantidad de agua dulce y una de las lagunas más reconocidas al oriente del país.
La laguna de Olomega posee un tamaño de 24.2 kilómetros cuadrados y es el hogar de peces de diferentes especies, que son alimentadas por el río Grande de San Miguel. Es el espacio perfecto para realizar paseos de lanchas por sus sosegadas aguas y su belleza inexplicable.
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2. Lago de Suchitlán
Numerosas plantas acuáticas en sus orillas y diferentes clases de peces son el adorno de este lago. También su fauna lacustre: conejos, pichiches, zarcetas y tortugas de monte, los que, en su mayoría, fueron introducidos.
El lago de Suchitlán también es llamado “Embalse del Cerrón Grande” ya que su formación se dio en el año 1976, tras la construcción de la Central Hidroeléctrica del Cerrón Grande, sobre el Río Lempa. La forma más rápida de llegar es por la ciudad de Suchitoto.
3. Lago de Coatepeque
El hermoso cielo salvadoreño se refleja en sus aguas cristalinas, por lo que muchos turistas quedan encantados al llegar allí. El Lago de Coatepeque es uno de los sitios más visitados por la calma que emite y formó parte del listado de los lugares para seleccionar a las siete maravillas del mundo.
Este majestuoso punto, ubicado a 65 kilómetros de San Salvador, se presta para que realices actividades acuáticas como natación, buceo, remo, pesca, jet ski, entre otras.
4. Laguna El Jocotal
Es un paraíso de diversidad biológica, que sirve como respirador del Volcán Chaparrastique de San Miguel y esconde un hábitat de miles de aves migratorias, por lo que fue el primero en obtener la categoría de Sitio Ramsar (la Convención relativa a los humedales de importancia internacional, especialmente por ser hábitat de aves acuáticas).
Este pulmón natural atrae a biólogos y fotógrafos, pues es la sede del “aviturismo” en el país, que se basa en el avistamiento de aves.
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No olvides tomarte el tiempo suficiente para ver el atardecer desde esta laguna y escuchar el sonido de las aves en busca de su nido.
5. Lago de Ilopango
Al lado de los departamentos de Cuscatlán, San Salvador y La Paz, Ilopango es el lago natural más grande de El Salvador. Sus aguas son conocidas por la abundante pesca de mojarras, guapotes y juilines.
Este sitio paradisiaco tiene una superficie de 72 kilómetros cuadrados y unos 230 metros de profundidad, lo que permite la práctica de deportes como el buceo, canoeing, kayaking, sky y natación.
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6. Laguna Cuzcachapa
Ubicada en el municipio de Chalchuapa, Santa Ana, esta bella laguna fue un cráter volcánico hace muchos años. Para la población contiene mucho misterio, pues creen que fue un “zenote” sagrado usado por los indígenas para ofrendar.
Con el objetivo de la pesca, los habitantes crían tilapia, alevine y guapote dos veces al año. Muchas personas de los alrededores y de fuera asisten a la laguna para pescar.
7. Laguna de Apastepeque
Un muelle flotante, que se introduce en las apacibles aguas de la laguna, es uno de sus atractivos. Este remanente de agua natural está situado sobre un cráter de explosión volcánica, a cuatro kilómetros del desvío a San Vicente.
El aire fresco, las aguas tranquilas y la fauna local son las razones por las cuales este sitio turístico encanta a sus visitantes. También sus especies vegetales: la Ceiba, Maquilishuat y Cedro Real, entre otros.
8. Lago de Güija
El Lago de Güija es una joya natural que está situada en el municipio de Metapán, Santa Ana. Puedes visitarlo para conocer las islas que lo constituyen: Nance, El Cedro, El Volador, entre otras.
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A pesar de que fue formado por una corriente de agua que lanzó el Volcán San Diego en San Salvador, ahora es el encuentro de turistas nacionales e internacionales. El lago no solo es importante por su producción de energía hidroeléctrica, sino porque nutre a los bosques húmedos que están a su alrededor.