Alejandra Landaverde y Edwing Rivera son diseñadores de profesión con especialidades distintas, quienes al unir sus talentos han hecho surgir una línea de productos innovadores bajo la marca Capital Klood. Se trata de una marca de calzado para damas y caballeros hechos de forma artesanal con un diseño moderno, en colores según las tendencias y con un “plus” especial: Ergonómicos, confortables y adaptados a los clientes, para una experiencia totalmente agradable.
Alejandra estudió licenciatura en Diseño industrial y de productos, donde encontró la forma de dar rienda suelta a su gran afición. “Antes yo era loca zapatos y como llevaba materias en la universidad donde podía realizar productos ahí fue como inicié los primeros prototipos de calzados”, recuerda Ale, como gusta que la llamen.
Por su parte, Edwing siempre fue aficionado al dibujo y la pintura, lo que lo llevó a estudiar Diseño gráfico. Inició su carrera profesional en publicidad. “Siempre tuve la idea de hacer una marca propia; y empecé a trabajar el proyecto individualmente”, asegura. En esta etapa acuñó la marca Capital Klood, pero el proyecto no logró despegar.
En 2016 Ale y Edwing se conocieron y pronto empezaron descubrir aficiones muy similares: La moda, el diseño, los colores, los textiles. Y la fusión de ambos talentos empezó a rendir sus frutos. Presentaron colecciones de looks completos, donde incluían ropa y calzado. “De repente vimos que a la gente le gustaban mucho los zapatos que hacíamos, por su diseño”, reflexiona Edwing.
Por ello, a partir de 2017 enfocaron su marca en la elaboración de zapatos con una propuesta de moda original, auténtica, versátil y exclusiva. “En un calzado, aparte del diseño, es importante la comodidad y la ergonomía. Nosotros trabajamos ambas cosas”, afirma Ale.
En los diseños de la marca utilizan distintos materiales y tecnologías como textiles, bordados, serigrafía y corte láser.
Abrirse campo en un mercado competitivo no ha sido fácil para este equipo creativo. Entre los obstáculos que mencionan está la idea que tienen muchos salvadoreños de que el producto nacional es de mala calidad y prefieren el extranjero, encontrar suficiente materia prima en el país, contar con capital para invertir y dar a conocer sus productos. Sin embargo, la marca ha logrado darse a conocer en redes sociales, en proyectos de emprendedores como El Mercadito, en pasarelas y eventos de moda.
Aun así tenían un desafío importante: “No tener una tienda física donde las personas se puedan probar los zapatos”, reconoce Ale. Y ese reto también ha sido superado, ya que recientemente abrieron el estudio Capital Klood, en la Colonia Escalón, un showroom donde este par de diseñadores puede compartir con sus clientes y darles una atención personalizada.
Mayor información en: http://capitalklood.com.