Tyler Dooley, sobrino de Meghan Markle, ha sabido sacarle provecho al famoso apellido de su tía. El hombre, de 27 años, e hijo Tom Markle Jr, hermano de la duquesa de Sussex, se ha hecho millonario en menos de dos años gracias a su parentesco con la esposa del príncipe Harry de Inglaterra.
El año pasado lanzó una variedad de cannabis (marihuana) con el nombre de “Markle Sparkle” (Markle chispeante) que coincidió con el matrimonio de su famosa tía y el nieto de la reina Isabel II.
Dooley aprovechó todo el alboroto que originó la boda real de 2018 para promocionar legalmente su producto. Como era de esperar, la publicidad fue exitosa. Su creativo eslogan fue “Markle Sparkle, tan fuerte que te volará la corona”, haciendo alusión a la nueva condición royal de Meghan y su familia política.
El joven empresario hoy tiene un rancho de 1,500 acres en Oregon, Estados Unidos, donde cultiva su producto “brillante”. Su empresa registrada como Blue Line Hemp ya factura 200 millones de dólares al año.
Tan buena aceptación tuvo “Markle Sparkle” que ahora ha incluido una nueva cepa híbrida de cannabis con el nombre de “Archie Sparkle”, llamada así en honor del primogénito de los duques de Sussex, nacido el 6 de mayo de este año.
Tyler se ha enfocado en la producción de CBD cannabidiol, un tipo de marihuana que no consigue que los usuarios se “droguen”. Este producto se vende legalmente en algunas ciudades de Estados Unidos y el Reino Unido.
“Los productos de CBD son el futuro. Los estamos vendiendo a varios de los principales importadores del Reino Unido. Planeamos acaparar gran parte del mercado”, ha expresado el sobrino de Meghan.
Al día de hoy cuenta con 1.5 millones de plantas de marihuana, pero pronto su rancho se expandirá a los 2,600 acres para casi duplicar la producción.
Tyler también expresó que está “planeando construir un castillo con torre en la granja en honor a Archie”.
Dooley asegura que “la gente ha etiquetado a la familia estadounidense de Meghan como un espectáculo de monstruos, pero estoy construyendo un negocio a la vieja usanza: con mucho trabajo y mucho sudor. La granja es orgánica y sostenible. Es irónico que mi tía y el príncipe Harry sigan siendo tan buenos activistas ecológicos y, sin embargo continúan volando en aviones privados. Creo que estamos haciendo más por el planeta que mi tía Meghan”.
