Tras la fuga de Harry y Meghan, el príncipe Guillermo y Kate Middleton prueban su popularidad en Irlanda

Los duques de Cambridge iniciaron su primer viaje oficial a esta nación con vistas a reforzar el proceso de reconciliación y estrechar los lazos entre ambos países

descripción de la imagen
El príncipe Guillermo y su esposa Kate Middleton caminan junto al presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, y su esposa Sabina Coyne en el primer día de su visita a ese país. Foto/AFP

Por EFE

2020-03-03 1:03:22

Con la controvertida dimisión como “royals” de los duques de Sussex, Harry y Meghan Markel, los duques de Cambridge, Guillermo y Kate Middelton, han recobrado protagonismo y popularidad y qué mejor sitio para comprobarlo que Irlanda, donde aún se mira con recelo al Reino Unido.

El príncipe Guillermo y su esposa iniciaron este martes su primer viaje oficial a este país con vistas a reforzar durante tres días el proceso de reconciliación y estrechar los lazos entre ambos países.

La histórica y exitosa visita de la reina Isabel II en 2011, la primera de un monarca británico a Irlanda desde su independencia del Reino Unido, simbolizó la normalización de sus relaciones después de décadas de tensiones, algunas de las cuales han resurgido durante los últimos tres años por culpa del Brexit.

Enrique y Meghan también fueron recibidos como estrellas de cine cuando eligieron la capital irlandesa como destino para celebrar una “mini-luna de miel” en 2018, a los pocos días de contraer matrimonio.

Desde entonces, las cosas han cambiado significativamente y no es casualidad que la visita de los duques de Cambridge sea la primera que efectúan miembros de la familia real británica a Irlanda desde que el Reino Unido abandonó oficialmente la Unión Europea (UE) el pasado 31 de enero, lo que da idea del interés de Londres por encauzar cuanto antes sus relaciones con Dublín.

Por ello, este periplo de tres días por la “Isla Esmeralda” estará plagado de gestos y guiños. Para empezar, la pareja llegó al aeropuerto dublinés en un vuelo regular de la aerolínea irlandesa Aer Lingus, mezclados con el resto de pasajeros.

Asimismo, como ya hicieron la reina y Meghan en homenaje al color de Irlanda, Catalina eligió para su llegada un atuendo de tonos verdes, con un vestido de la diseñadora Alexandra Rich y un elegante abrigo de Catherine Walker.

Después de ser recibidos a pie de avión por el embajador británico en Dublín, Robin Barnett, y un reducido grupo de dignatarios, los duques se desplazaron a la residencia del presidente irlandés, Michael D. Higgins.

El príncipe, segundo en la sucesión al trono británico, y la futura reina consorte mantuvieron una reunión con el jefe del Estado y su esposa, Sabine, para hablar de temas de interés común para ambos países, como el Brexit o la emergencia climática, según fuentes oficiales.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Kensington Palace (@kensingtonroyal) el

Los cuatro salieron después al jardín para hacer sonar la llamada Campana de la Paz, instalada en 2008 para celebrar el décimo aniversario de la firma del acuerdo del Viernes Santo (1998), el texto que puso fin al sangriento conflicto en la provincia británica de Irlanda del Norte.

El tema de la reconciliación siguió muy presente cuando los duques visitaron por la tarde el Jardín del Recuerdo, en el centro de Dublín, donde una multitud les recibió con aplausos y gritos de “bienvenidos a Irlanda”.

En ese lugar, erigido para recordar a los héroes republicanos irlandeses que lucharon contra la corona británica en la guerra de independencia, la pareja dejó un mensaje escrito que pedía no olvidar “nunca las lecciones de la historia”, mientras “seguimos construyendo juntos un futuro mejor”.

La abuela de Guillermo también depositó una corona de flores en el “Jardín del Recuerdo” hace nueve años, en uno de los momentos más emotivos e icónicos de aquella visita.

Tras su baño de multitudes, Guillermo y Catalina mantuvieron un encuentro de unos 30 minutos con el primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar, y su esposo, Matt Barrett.

“Ha sido un placer dar esta tarde la bienvenida al duque y a la duquesa de Cambridge a los Edificios del Gobierno, como parte de su visita a Irlanda“, escribió en Twitter el jefe del Ejecutivo de Dublín.

Su primer día en Irlanda concluirá con la casi obligatoria visita al museo de la fábrica de la cerveza Guinness, en una fiesta organizada por el embajador Barnett y en la que se espera que tengan la oportunidad de acercarse al cañero para “tirar” una pinta del famoso “brebaje negro”.

El príncipe Guillermo y Kate son recibidos por el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, y su esposa Sabina Coyne. Foto/AFP

Además de su importancia diplomática, las autoridades irlandesas ven este viaje como una oportunidad, aprovechando la gran popularidad de la pareja real, para promover el turismo en este país, considerado como uno de los motores de su boyante economía.

El programa de la visita incluye desplazamientos al condado de Meath, al condado de Kildare, famoso por sus cuadras de caballos de carreras, y a Galway, al oeste de la isla, por donde pasa la llamada “Wild Atlantic Way”, una ruta turística que recorre la costa de norte a sur.

El Brexit, advierten los expertos, no ha afectado a la llegada de turistas de otras partes del mundo, aunque sí ha provocado un descenso en las visitas de británicos, ante las incertidumbres que presenta este divorcio.

En este sentido, Guillermo y Kate tienen previsto visitar en Meath algunos de los puntos de mayor interés turístico de esa zona, conocida como el “Antiguo Este”, mientras que en Galway, ciudad europea de la cultura en 2020, las actividades tendrán un marcado carácter cultural.