Una finca en Balmoral, Escocia, fue el lugar donde el príncipe Carlos de Inglaterra, pasó confinado durante algunos días, tras enterarse que dio positivo a las pruebas de COVID-19. El positivo del príncipe se hizo público el miércoles de la semana pasada. El hijo mayor de la reina Isabel II tiene 71 años por lo que es considerado parte de la población de riesgo.
Luego de tener los resultados de las pruebas de laboratorio a las que se sometió, el heredero al trono británico, tomó las medidas pertinentes para su recuperación, entre ellas autoaislamiento y cuidados en casa.
Después de consultar con sus médicos, Carlos ha salido del aislamiento y, según sus portavoces, participará en varias reuniones virtuales y hará ejercicio, tal y como ha recomendado el Gobierno. Por su parte, su esposa Camila ha dado negativo en la prueba. Ella sí permanecerá aislada durante toda esta semana, por si desarrolla síntomas de la enfermedad.
Durante su corta cuarentena, el príncipe de Gales no dejó de trabajar ni un solo momento. Desde su residencia se sumó a los esfuerzos que realiza la corona británica para enfrentar los estragos que ha dejado la pandemia.
Por su parte, la soberana inglesa, quien también se encuentra en aislamiento, realizó una llamada por teléfono con el primer ministro inglés, Boris Johnson -recientemente diagnosticado con Covid-19- desde su oficina en Windsor, y tras este encuentro telefónico se publicó la imagen de ambos en redes sociales. La soberana cumplirá 94 años en abril.
Aún se desconoce cómo fue que el príncipe Carlos se contagió de Covid-19, pero se cree que pudo haber adquirido el virus en un encuentro que sostuvo con varios miembros del gobierno y líderes mundiales, en el que también estuvo presente el príncipe Alberto de Mónaco, quien dio positivo en la prueba.
Según el último recuento, en Inglaterra han muerto 159 personas por COVID-19, 14 en Gales, seis en Escocia y una en Irlanda del Norte, mientras más de 19.500 han dado positivo. El total de fallecidos alcanza los 1,415.