Le guste a quien le guste y le guste a quien no le guste, Luis Gallego Sánchez, mejor conocido como Luisito Rey, convirtió en una estrella internacional a Luis Miguel, su primer hijo.
Y aunque ahora el biógrafo del cantante mexicano plantea la hipótesis de que “Micky” no es hijo del andaluz, no se puede dudar que la serie sobre la vida del Sol de México ha sacado de la oscuridad al criticado artista español.
El empresario salvadoreño Napoleón Hasbun asegura que escucharlo tocar la guitarra y cantar sus composiciones era un deleite, y que siempre aprovechó cualquier oportunidad para remontar artísticamente.
El compatriota lo conoció en Madrid, España, a principios de los años 60. Luisito se le pegó como garrapata desde que se enteró que conocía a Emilio Azcárraga, fundador de Televisa, en México. “Me pidió los contactos”, recordó el también compositor musical. Y vaya que los utilizó. Por su puesto, antes vivió a costa del centroamericano hasta que este contrajo nupcias con su esposa Maricruz.
El papá de Luis Miguel persiguió su sueño de ser una estrella desde muy pequeño. Según el libro “Luis Miguel. La Historia”, del periodista Javier León Herrera, el villano del momento era un virtuoso realmente desconocido.
Las biografías que se pueden consultar en Internet, detallan que Luis Gallego Sánchez era hijo de dos artistas del flamenco: Rafael Gallego Rey y Matilde Sánchez Repiso. Por tal razón, el menor de sus hijos incursionó en ese género a temprana edad, justo para un certamen promocionado por una radio de su natal Cádiz, en un programa titulado Café de redacción.
El pequeño de tan solo 9 años ganó el concurso, motivo suficiente para que su madre se propusiera convertirlo en una estrella. En esa época, el éxito del niño prodigio Joselito -”El niño ruiseñor” de España- provocó a nivel nacional que los padres de infantes con talento para el canto buscaran repetir el fenómeno. La madre de Luisito Rey fue una de ellas.
En 1954, ella se mudó a Madrid con el niño para promover su talento. Lo llevaba a cuanto casting surgía y a los programas radiales que podía, para conseguirle trabajo y ayudar así a mantener a su familia.
En uno de esos tantos esfuerzos, Matilde logró que la conductora de radio española Encarnación Sánchez lo escuchara y les propusiera conectarlos con una productora argentina de nombre Herminia López.
Fue así como a los 9 años, Luis viajó solo a la Argentina con la promesa de convertirse en una estrella internacional. Sin embargo, lo que encontró fueron dos años de maltratos y penas extremas que lo empujaron a volver a su madre patria, solo y como polizón de un barco, a los 11 años.
Desde entonces, no paró de buscar oportunidades para hacer despegar su carrera. A diferencia de su hijos Luis Miguel, el andaluz era compositor, cantante y tocaba la guitarra. Lamentablemente, necesitaba drogarse para poder escribir, bebía demasiado y no tenía presencia escénica. “Cruzaba wisky y coca”, afirma Hasbun, quien lo vio actuar en varias ocasiones en El Salvador.
“En su segunda visita al país, lo llevamos al rancho que teníamos en San Diego y allí cantó y tocó la guitarra”, recuerda Maricruz, quien llegó a odiarlo a él y a su pariente Jose Gallego.
Luisito Rey siempre se hizo acompañar de alguien. El salvadoreño y su esposa conocieron a Jose. “Había sido chef en un barco y cocinaba delicioso”, comentó el empresario. La especialidad de Gallego era la paella y era excelente eligiendo buenos vinos.
En la época en que Luisito impulsó la carrera de Luismi, este se hacía ayudar por uno de sus hermanos mayores, Vicente Gallego, quien en varias oportunidades ha querido demandar a su sobrino, para que le pague todo lo que le adeuda por haber sido su representante durante una década.
Con todo, el odiado Luisito Rey logró popularizar algunas de sus canciones, como “Frente a una copa de vino” y “Soy como quiero ser”, la que incluso ha sido interpretada por Luis Miguel. Por su puesto, el tema “Marcela”, el cual retomó fuerza con la emisión de la serie Luis Miguel. Las melodías del andaluz pueden escucharse en streaming.
Aunque no logró brillar como su primogénito, Luis Rey nunca había sido tan conocido como hoy. La excelente interpretación del actor español Óscar Jaenada le ayudó mucho, y esa vida de excesos, estafas e ilegalidades le han valido para ser el centro de un nuevo movimiento internacional. El lema, “Yo odio a Luisito Rey”.