La licenciada en Ciencias Jurídicas de la Escuela Superior de Economía y Negocios renunció a trabajar en su profesión para dedicarse en cuerpo y alma a promover el crossfit en El Salvador.
En el 2019, gracias a la propuesta que su madre le hizo hace seis años, Ximena Paredes es la primera mujer salvadoreña certificada como entrenadora de crossfit nivel 2. Sí, gracias a su mamá, Ximena López Figueroa de Garzona —excampeona centroamericana de ecuestre en equipo— la también atleta de halterofilia se empiló en esta técnica de entrenamiento a alta intensidad, creada por el exgimnasta y entrenador estadounidense Greg Glassman.
“Estaba en el último año de universidad y había subido un poco de peso… después de Navidad y de celebrar mi cumpleaños, ella me dijo que a partir de enero íbamos a empezar a practicar crossfit”, recuerda la exalumna del Colegio Augusto Walte, en donde fue seleccionada de voleibol.
En ese entonces, Ximena no tenía ni idea de lo que era esta técnica de fitness, pero sí veía cómo al pasar los días su madre perdía peso y moldeaba su figura. “Yo me dije, no es posible que mi mamá esté más ‘cuero’ que yo. Así que me animé y empecé…”, confesó.
Sus pininos en el crossfit los realizó en el box de un buen amigo a quién llama cariñosamente “Patrón”. Junto a él descubrió los enormes beneficios que ofrece este tipo de entrenamiento altamente competitivo, que impone retos diarios. Pero sobre todo, averiguó que es una técnica que las personas pueden practicar a cualquier edad, mientras crea nuevas amistades y supera sus temores y debilidades.
Él le mostró todos los conocimientos que había adquirido y el esfuerzo realizado para obtener la certificación que le avalara ser un entrenador respaldado por CrossFit Inc. Por todo ello, la abogada se apasionó por este estilo de vida en poco tiempo.
La instructora de crossfit y también abogada, Ximena Paredes, comparte una fácil pero efectiva rutina de crossfit para quienes quieren mejorar su salud y su físico.
Tanto la sedujo el crossfit, que incluso durante su jornada laboral como abogada pensaba en cómo incrementar la efectividad de sus WOD (rutinas de ejercicios). Fue en ese momento que la idea de convertirse en entrenadora surgió en su mente.
Por supuesto, le propondría a “Patrón” que la entrenara para convertirse en instructora. “Pensé: ‘me arriesgo a tomar el crossfit como otra carrera, si me equivoco puedo regresar a mi carrera de licenciatura, pero si tengo éxito esto podría darme de comer’”, confesó.
Los siguientes dos meses transcurrieron pidiéndole a “Patrón” que le permitiera ser instructora; incluso le aseguró que si la contrataba renunciaba a su trabajo. “No me creía. Y llegaba al día siguiente y le volvía a preguntar: ‘Ya lo pensaste’”. Fue para unas vacaciones, que por fin recibió la propuesta anhelada.
Tras lanzarse y asumir todos los riesgos que eso implicaba, Ximena comenzó su trabajo como entrenadora y en pocos meses, su entrega y disciplina motivaron a su jefe a invertir en ella y financiarle su certificación como entrenadora nivel 1 en CrossFit Inc.
Si bien su aventura con el fitness ha sido intermitente — también ha dedicado parte de su tiempo a competir en halterofilia y a participar en el programa Calle 7 de TCS— , Ximena está decidida a seguir creciendo como entrenadora.
Hoy por hoy, sus proyecciones están concentradas en sacar adelante el box que lidera en Antiguo Cuscatlán (Crossfit “El yunque”) y en proponer a las autoridades de Educación la práctica de este entrenamiento en los centros escolares del país. “Dejar que los jóvenes lo conozcan, ayudarles a entenderlo. Esta puede ser otra opción para alejarlos de la violencia”, concluyó.