Hace dos años no tenía ni idea que sus fotografías lo llevarían a Cuba, Costa Rica, a pasarelas de Panamá y a contratos de grandes campañas publicitarias internacionales. El título de “fotógrafo” hacía ruido en su cabeza y le parecía, incluso, “chafa”. Pero la vida tenía otros planes para William Fernández, quien se convirtió en uno de los fotógrafos salvadoreños de blogueros, “influencers” de moda y presentadores de televisión nacional más reconocidos del país.
El “boom” de su negocio, bajo el nombre de Estudios Farol, llegó luego de una sesión de fotos con la expresentadora Carolina Sandoval, ahora “influencer” de moda. Pero el trayecto para convertirse en un fotógrafo especializado en el mundo de la moda fue largo: casi 10 años.
Fernández dejó su solvente trabajo en una empresa telefónica para emprender un estudio de grabación junto a su hermano, luego comenzó a producir videoclips, ante la necesidad de los artistas que se acercaban para un trabajo más completo: después del álbum, urgían de videos. Incluso entró al negocio de los productos lácteos antes de zambullirse en el mundo de las imágenes.
“En mi mente no existían ni videos, ni fotos. Imposible. No lo veíamos cerca”, expresó Fernández, sentado dentro de su pequeño y profesional estudio. La producción audiovisual tampoco era un deleite para Fernández, aunque su trabajo era bien visto entre el gremio. Lique Molina, un productor graduado en Cuba y amigo cercano, vio un talento no explotado —ni explorado— en él y la letanía ‘William, estudiá fotografía’ comenzó como una rutina.
Así hacen frente a las críticas en redes sociales los presentadores salvadoreños
Los conductores de TV y locutores se enfrentan, de manera constante, a comentarios mordaces e irrespetuosos en las redes sociales. Ante el adverso contexto, ellos encuentran el camino para mantenerse inquebrantables.
No lo meditó tanto, pues el consejo venía de un experto. Decidió inscribirse en talleres de foto en la Escuela de Comunicaciones Mónica Herrera. El hechizo por la foto comenzó a hacer efecto y William no paró de estudiar, incluso, llegó a contactarse con fotógrafos internacionales para recibir clases vía Skype.
De esta manera, el artista inició un interés desmesurado por la fotografía y la edición de ellas. Sus imágenes resaltan la belleza femenina y el esplendor masculino, un determinado estilo de vida, prendas en tendencia y, por supuesto, capta la esencia de cada figura pública retratada, todo bajo un cuidado minucioso del ambiente.
“Para mí, enviar al cliente una foto era pensar: ‘a ver si le gusta’. De repente recibía un correo y me asustaba, pensaba: ‘a saber qué pasó’, pero siempre era un: ‘William, nos encanta; William, qué chivo… y ya respiraba tranquilo. Todo este éxito se lo atribuyo a Dios. Yo lo veo y pienso que falta aún más”, comentó el fotógrafo.
TOP 7: Mar, sol y miles de likes… Ellas son las reinas del verano en Instagram
Los presentadoras de TV nacional hicieron gala de su belleza en las playas de El Salvador. ¡Este ranking es imperdible!
Y aunque se ríe ante la analogía con los grandes retratistas de la moda y el espectáculo internacional, como el peruano Mario Testino o la estadounidense Annie Leibovitz, Fernández tiene un portafolio significativo en cuanto a figuras nacionales.
Su lente ha capturado a los conductores de TV Luciana Sandoval, Roberto Acosta, Ligia Roca, Irene Castillo, Roxana Webb, Celina Chanta, Mónica Casamiquela, Célida Magaña, Alejandra Costa, Zully Rodríguez, Verónica Guerrero, Jenny Soto y a la también exreina de belleza, Idubine Rivas.
“¡¿Mario Testino?! ja,ja,ja,ja… ¡No! Pero eso es lo que busco: ser grande en fotografía. Y no estamos lejos. La constancia, el trabajo y no dormir me han ayudado a conseguir lo que tengo. La gente compra un estilo de vida”, dijo el artista de 36 años.
Su breve y fructífera trayectoria aspira a enriquecerse más con un proyecto sobre “influencers” en América Latina. William ha comenzado a retratarlos en sus países de origen y para lograr que su nombre tenga más eco internacional. Es así como ya capturó a la modelo tica Nane Miller y a la bloguera cubana, Jesse Hernández.
Lo extravagante, lo en boga, la sensualidad, sin ser vulgar, son las marcas en sus retratos. Eso sí, la fantasía de sus clientes también las hace realidad. “La modelo sí se trata de mantener lo más real posible, aunque la mayoría de veces están inconformes: ‘meté aquí, sacá aquí’…”, comentó entre risas el artista sonsonateco.
Tras años de altos y bajos, Fernández tiene claro qué quiere lograr con su profesión, sin olvidar cómo hacerlo: “trabajando, esforzándonos, sacrificando cosas y reactivando el cerebro porque tenés que pararte y pensar qué vamos a hacer”.