Una de las series animadas más recordadas de hace cuatro décadas es, sin lugar a dudas “Candy Candy”, cuya primera transmisión ocurrió el 1 de octubre de 1976.
La serie, creada por los japoneses Ky??ko Mizuki y Yumiko Igarashi, cuenta la historia de Candy, quien es encontrada por la señorita Pony y la hermana María, en una noche de invierno. Años más tarde, tras muchas aventuras y momentos tristes, incluyendo la repentina muerte de Anthony, la enérgica joven de cabellos rubios y ojos azules es adoptada por el clan Andrey, liderado por el “bisabuelo”.
Este misterioso personaje la envía a Londres a estudiar en un prestigioso colegio, con el objetivo de convertirla en toda una dama de la sociedad. Durante el viaje por barco a Europa, Candy conoce a Terry Granchester, quien la apoda “Tarzán pecoso”.
El destino los vuele a unir poco después en el colegio de monjas donde ambos estudian. Ellos se hacen muy buenos amigos y por supuesto se enamoran. Pero el destino los separa por mucho tiempo. Terry vuelve a New York y Candy, que ya su vida en el colegio sin Terry no tiene sentido, renuncia al apellido Andrey y se devuelve a Estados Unidos con la esperanza de encontrar al “amor de su vida”.
Tiempo después, Candy convertida en una enfermera y Terry en un famoso actor de teatro, se vuelven a juntar. Pero su romance no es posible. Terry tiene que casarse con Susana, una compañera de teatro que arriesgó su vida para salvarlo a él. El joven no se atreve a dejarla pues se siente culpable. Candy, noble como siempre, le pide que se quede con su prometida pues ella lo necesita. La chica se va con el corazón destrozado para Chicago.
Una de las escenas más intensas de esta caricatura, y que seguramente arrancó más de algún suspiro entre los fanáticos, ocurrió en el capítulo 46. Se trata del beso que Terry le propina a Candy a orillas de un lago y tras bailar un vals.
Ese fue el primer y único beso que Candy recibió en toda la serie.
Esta escena, la cual fue seguida por un par de cachetadas y reproches, es recordada con nostalgia por muchos seguidores, entre ellos la salvadoreña Patricia de Cordero, residente en San Salvador.
“Fue el momento más lindo de la serie. Recuerdo que esa vez quedé muda al ver aquel beso. No entiendo por qué Candy le dio después una cachetada al guapo Terry”, expresa Patricia, de 54 años.
Por su parte, Dalia Pérez, de 45 años y residente también de San Salvador, recuerda con entusiasmo aquel beso.
“Candy Candy tuvo muchas escenas bonitas, pero ninguna se compara con esa (la del beso). Creo que muchas suspiramos al verlos juntos tan enamorados. Lástima que ellos no terminaron juntos”, expresa Carolina.