El ícono de la música mexicana Vicente Fernández falleció el pasado domingo 12 de diciembre, a los 81 años, en la ciudad de Guadalajara, tras permanecer hospitalizado casi cinco meses por una caída en su rancho "Los tres Potrillos", según confirmó su familia.
En este sentido, Gustavo Alvite, amigo cercano y compadre del cantante, expresó su tristeza y profunda pena. Sin embargo, en medio de sus declaraciones hubo detalles que han llamado mucho la atención; pues confesó su enojo por el “sensacionalismo” con el que la familia manejó los últimos días de “El Charro de Huentitán”, presuntamente para que “impactara más”.
El también locutor de radio se sinceró desde su cuenta oficial de Facebook sobre lo mediática que ha sido la muerte de “Chente”, con quien dejó de tener contacto antes de que falleciera, razón por la que duda de la fecha en que murió.
“La teatralidad y el sensacionalismo con que la familia maneja la situación al grado de mentir en la fecha para `que impacte más´, me `pega´ en el ánimo. Pienso que mi amigo no lo hubiera aceptado ni lo merece. Pero hace algunos años que él ya no decidía por los graves problemas de salud que lo obligaron al retiro digno”, se lee en la publicación.
Para desmentir este asunto, Óscar Sánchez Barba, el sacerdote que ofició la misa del "Charro de Huentitán" y lo acompañó durante su lecho de muerte, contó en una entrevista para el programa Ventaneando cómo fueron los momentos tan difíciles que vivió tanto el inolvidable artista como su familia.
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“Me llamó Gerardo (Fernández) desde el sábado 11, yo estaba en misa de 7 y oía que alguien me llamaba, pero pues no puedo contestar en la misa, y era él, me decía ‘que si puedes venir a darle la unción de los enfermos’, pero ya me lo dijo ya quebrado, llorando, le dije ‘sí, ¿cómo no?, inmediatamente voy’ y fui”, dijo a la referida revista televisiva.
Cuando ya estaba con Fernández, el sacerdote narró que notó que la familia tenía que hablarle al oído y pese a que se encontraba sedado, él considera que Vicente estaba consciente; ya que trataba de hacer movimientos para mostrar que entendía lo que le decían.
“Yo creo que estaba consciente, porque le hablaban al oído, y hacía señas de que entendía, por ejemplo, le decía Cuquita ‘vamos a casa’ y él decía con la boca, parecía que decía ‘casa, vámonos a casa, te amo’, un momento muy fuerte, muy emotivo, de un cariño, de una grande unión entre todos, pues ahí todos, uno por uno fueron desfilando abrazándolo, besándolo”, agregó el padre.
En torno a los rumores de que el intérprete de “El último beso” no falleció el 12 de diciembre, sino antes, el sacerdote aseguró que él habría atestiguado que su día de muerte fue en esa fecha, pues él mismo le puso los santos óleos para despedirlo.