La banda Cartas a Felice celebra 10 años de estar sobre los escenarios con puro folk y swing

Se convirtieron en la punta de lanza de la escena indie. Ahora, la banda salvadoreña reflexiona sobre sus perspectivas a futuro y su constancia en una escena musical compleja. Así se ha ido transformando esta conocida agrupación.

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La agrupación ha tenido una variada alineación, pero se ha mantenido firme en su proyecto. / Foto Por Cortesía Cartas a Felice

Por Sara Castro

2021-07-03 5:50:06

En enero de 2011, Ricardo Santos, José González, Atilio Montalvo Valiente, David Franco y Gabriela Rivera se unieron para formar una de las bandas más representativas de la escena independiente del país, del folk y el swing: Cartas a Felice. Diez años han pasado ya, y con ellos llegaron muchos cambios, lo único que se ha mantenido firme es su fidelidad a la música.

Su alineación original fue mutando a lo largo de la década, algunas veces por perspectivas artísticas muy diferentes, otras porque algunos de los músicos antepusieron sus proyectos personales o porque migraron, y la continuidad y conexión eran más inestables. A pesar de ello, estos músicos siempre encontraron la forma de integrar a otros artistas que se engancharan a su propuesta y así dar continuidad a su música.

Esta banda ha llevado su intrépida fusión a Estados Unidos y México. Han logrado colaboraciones internacionales, fueron teloneros de agrupaciones como Monsieur Periné y Caloncho, y en las plataformas streaming, como Spotify, fueron escuchados en 68 países, en 2020.

De izq. a der. David Franco, Ricardo Santos y Atilio Montalvo Valiente en la gala de los Premios Música 503, en marzo de 2020. Foto: Cortesía Cartas a Felice

En una entrevista para El Diario de Hoy, la banda comentó cómo ha sido el camino para mantenerse vigentes en la escena y cuáles son sus proyectos para celebrar esta década de puro folk y swing.

1. ¿Qué imaginaron al iniciar esta trayectoria y cuánto cambió esa proyección hasta este momento?
(Atilio Valiente) Personalmente no me imaginaba nada en ese momento, solo quería tocar porque me encanta tocar y expresarme con mi instrumento. La proyección dio un giro muy drástico en el camino, cuando empezamos a ver el nivel de aceptación que teníamos y la capacidad que teníamos de producir algún efecto en la gente que llegaba a vernos. Por más cliché que se escuche, pero recibir la energía de la gente siempre es lo que más me motiva a seguir creciendo. Ahora el proyecto ya tiene un carácter más trascendental en mi vida y una figura muy central. Además se ha vuelto un medio para canalizar mensajes que me parecen de mucha importancia para el país y la sociedad.
(Ricardo Santos) Jamás imaginé llegar a este momento. Diez años tocando en un mismo proyecto es bastante tiempo. Son demasiadas historias junto a quienes se vuelven como parte de tu familia. Giras en México y Estados Unidos. Conciertos con cientos de personas y no solo nuestros conocidos. Que nuestra música sea escuchada por miles de personas. Jamás imaginé nada de eso. Al menos tuvimos el valor de hablar las cosas de forma seria para tomar las decisiones que nos han llevado a donde estamos. Sino quien sabe si seguiríamos tocando.
(José González) No sé cómo sea hoy, pero cuando empezamos con Cartas creo que existía la dualidad y la contradicción de oscilar entre sentir que empezás algo grande y que lo que hacés tendrá en un momento resonancia, y a la vez existen momentos en los que da la impresión que solo los cinco que tocan en la banda están pendientes, y a veces ni eso. No es una cuestión tan lógica creo, pienso que por lo menos en mi experiencia hubo muchas bajadas y subidas en estos diez años.

La agrupación salvadoreña posando en el Central Park, New York, en una de sus varias giras por EE. UU. Fotos: Cortesía Cartas a Felice

2. ¿Cuáles creen que han sido las características que los han mantenido vigentes durante estos años? ¿Hay una clave?
(David Franco) La perseverancia en nuestra línea de trabajo. Considero que somos muy religiosos para ensayar, componer nuevas canciones, nuevos arreglos, nunca paramos aún y cuando por ratos no estemos tocando; siempre nos juntamos a trabajar nuestras canciones. Nunca paramos de experimentar con nuestras propias canciones. Otra clave podría considerar es que no le hemos tenido miedo a la renovación tanto de miembros de la banda, como al mismo sonido de la banda: con sonidos ahora más latinos y bailables, donde hemos encontrado mucha aceptación con nuestro público.
(RS) Como menciona David, trabajo duro y en equipo. Aún estamos llenos de muchas historias que contar y seguimos con la ambición de llegar a ser reconocidos en Latinoamérica. Trabajo constante, un objetivo en común, la mente y corazón abiertos para tener siempre ese factor sorpresa.
(AV) Más allá de homenajearnos a nosotros mismos, los 10 años de Cartas es un esfuerzo individual por entender nuestro recorrido. Que al mismo tiempo es un esfuerzo por entender el recorrido de una banda independiente de El Salvador.

3. Me comentan sobre la integración de Karina Castaneda a la agrupación, ¿Qué les llamó más la atención de su perfil? ¿Cómo se sienten al regresar a sus orígenes, esto al recordar que también iniciaron con una vocalista?
(AV) Desde que la conocí, reconocí aptitudes escénicas en ella y, sobre todo, el amor irremediable a la música. Tiene ese histrionismo propio de la banda, y además esa búsqueda personal de expresar algo a través de ella. Y tiene una buena técnica vocal. Para tocar en Cartas no basta solo con ser bueno en tu instrumento, sino que también hay que tener algo que comunicar, eso es algo que aprendí con José González.
(RS) A finales de 2020 lanzamos en redes una mini campaña con humor de que necesitábamos cantante. José salía en un video diciendo preocupado que no podría llegar al ensayo. Luego aparecíamos todos como haciendo un casting interno de cantante, era un chiste. Y recibimos a muchas personas interesadas; la verdad me sorprendió ver a tantos hombres y mujeres interesados en unirse a esta banda de locos. Eso me alegró bastante. Sin embargo, fue una decisión difícil. Como menciona Atilio, la experiencia de Kari en escenarios por su trabajo con Sinestesia y con La Octava, aportó bastante a que su incorporación fuera más fácil. Y desde el ensayo uno sentimos una gran conexión con el resto. Eso sí, nunca pensamos que deberíamos seleccionar a una mujer porque antes tuvimos a una como voz principal, intentamos ser lo más objetivos posibles de acuerdo con sus capacidades, experiencia y objetivos personales.

4. Karina, ¿cómo te sientes al formar parte del grupo? ¿Qué te gustaba de ellos antes de ser parte? ¿Puedes contarme un poco de tu trayectoria?
Me siento súper feliz de estar en Cartas a Felice, venía siguiendo su trabajo desde hace años y realmente fue un honor que me hayan considerado. Admiro a cada uno de ellos genuinamente. A parte de su música, me encantaba el hecho que fueran tan originales.
Canto desde los 7 años, y la primera vez que lo hice fue en un talent show en el colegio, después de eso me di cuenta del amor que sentía a la hora de cantar, y eso despertó mi amor por la música. Estudié International General Certificate of Secondary Education en música e hice un bachillerato en música. En 2017 me incorporé a la ópera de El Salvador, recibiendo formación en canto lírico y teatro musical, y en 2018 me uní a la banda alternativa Sinestesia, donde fui frontwoman por primera vez. En 2019 ayudé a formar el grupo de teatro musical La Octava, al que aún pertenezco. En 2020 participé en el Festival Internacional de Punta del Este con una canción de mi autoría quedando en tercer lugar a nivel nacional. Y en 2021 debuté como vocalista de Cartas a Felice, y para mí es de lo mejor que me pudo haber sucedido.

Karina Castaneda en su rol de vocalista de la agrupación salvadoreña. Foto: Cortesía Cartas a Felice

5. Terminarán dos producciones discográficas este año, entre ellos un compilatorio en vivo y el álbum “La Lotería”. ¿De qué shows en directo se extraerá? ¿Qué temas incluirán?
(AV) De varios shows en los últimos 10 años, todavía estamos trabajando en ello. Creo que será una sorpresilla agradable para los seguidores de la banda. Siempre hemos sido unos grandes nostálgicos jajaja... No podemos decir los temas. La lotería saldrá más pronto que tarde, es lo único que te podemos adelantar. Ojalá les guste, nos ha costado mucho sacar ese disco adelante, pero estamos contentos con el resultado. Y ya estamos pensando en el siguiente disco.
(RS) Hemos pasado meses en el estudio escuchando el archivo. Tenemos grabaciones desde las peñas culturales en la UCA, hasta lo que grabamos en el estudio de Radio Educación en Ciudad de México. Desde conciertos junto a VIbrass Ska Ensamble hasta sesiones acústicas. Hay muchísimo material grabado durante estos 10 años. Lo que sí es un hecho, es que este año salen ambos discos.

6. ¿Por qué consideraron oportuno publicar un disco en vivo? ¿Qué diferencias consideran que priman en esta versión y una de estudio?
(AV) Siempre hemos tenido la sensación de que sonamos mejor en vivo que en estudio porque hay alguna parte de nuestra música que es improvisada, entonces esa espontaneidad solo podía surgir en el escenario. En el aspecto técnico, la verdad es que no me emociona (…) siento que suenan feo, pero lo pienso más como un recuerdo, para el que quiera tenerlo.
(DF) Consideramos oportuno un disco en vivo que recolectara algunos de los momentos más icónicos en nuestro trayecto, porque pensamos que es un buen regalo para nuestra gente que nos ha seguido desde nuestros inicios, y porque también es como un portafolio que recopila ciertos momentos que son importantes para lo que hoy en día es Cartas a Felice.

7. Con nueva alineación y una pandemia que complicó la escena artística, ¿cómo se han mantenido a flote y qué proyecciones tienen a largo plazo? 
(AV) No te vamos a mentir, ha costado mantener el proyecto a flote, creo que la prioridad número uno era mantenernos activos y sonando bien, tener momentum y sinergia. En el futuro ya ni me gusta pensar, pero estoy seguro de que será todo mejor de ahora en adelante.
(RS) Todos los planes que teníamos se cayeron. Volvimos a tener la conversación de “¿y ahora qué hacemos...?”, pero la verdad logramos motivarnos a continuar con los proyectos que ya teníamos sobre la mesa. Como mánager de la banda, la mejor decisión que me pareció en ese momento fue no forzar nada, sino que considerar la realidad de cada miembro de la banda para poder volver a armar el rompecabezas. A largo plazo, como menciona Atilio, no estamos proyectando demasiado hacia adelante. El compromiso de este año son los dos discos a lanzar, y daremos todos los conciertos que consideremos necesarios para la banda y nuestra audiencia.
(JG) Para mi es interesante y a la vez doloroso. Ha sido una época en la que me ha tocado despedirme de mi vida cómo la conocía hasta entonces y empezar de nuevo en otras circunstancias completamente nuevas. Los últimos dos años he dedicado la mayor parte de mi fuerza a ser padre de familia. Pero me encuentro también decidido a seguir escribiendo y haciendo música, tengo mis canciones que algún día voy a poder compartir e interpretar, y también tengo el deseo y la necesidad de seguir trabajando con Cartas, ojalá eso se pueda, lo importante es seguir trabajando con dos ingredientes esenciales: calidad y placer.

Los músicos disfrutando de Puerto Vallarta, en México, uno de los países que más los ha recibido y donde grabaron su álbum "La lotería". Foto: Cortesía Cartas a Felice

8. ¿Qué ha significado Cartas a Felice para sus vidas personales?
(AV) Creo que ya lo dije en alguna pregunta, pero en este momento particular de mi vida es de las cosas que más feliz me hace. Me levanto pensando en ello y me duermo pensando en ello; además de estar feliz de que el proyecto está dando sus frutos después de tanto tiempo.
(DF) Ha representado el proyecto más profesional y estable dentro de mi experiencia en la escena musical. Se escucha fácil, hay mucho talento, muchos músicos y tantas bandas efímeras, pero constancia dentro de un grupo de personas de tu edad y que quieran sacrificar muchas cosas por seguir teniendo la meta de hacer un nombre dentro de la escena local, repito no es fácil.
(RS) Es una parte de mi vida que me da más vida.
(JG) Fue la totalidad de mi vida por bastante tiempo (entendiendo que el tiempo en la experiencia humana no es como para los relojes, los años con la banda han sido casi los de mayor densidad dentro de mi vida), ahora con mi hijo pues se ha hecho un poco relativo, aunque aún me importa mucho la banda.