La reina de belleza salvadoreña, Kimberly Zúniga, de 24 años, viajó a la ciudad de Quetazaltango con la ilusión al tope y con el firme deseo de poner en alto el nombre de su país en el certamen Miss Internacional de la Independencia.
Belleza, carisma, seguridad, inteligencia y confianza de sobra fueron las “armas” que ella llevó a la contienda. Fueron precisamente esas cualidades las que impresionaron a los jueces y las que le permitieron agenciarse el máximo galardón.
La noche del pasado 15 de septiembre, Kimberly coronó su sueño por el que tanto se preparó. Como era de esperar, al momento de ser nombrada soberana entre otras siete concursantes, no pudo ocultar su emoción.
“Sentí mucha felicidad y orgullo de poder darle este título a mi país en una fecha tan importante. Tengo once años de trabajar en medios de comunicación y sé que todo lo aprendido y mi esfuerzo durante todos estos años dieron sus frutos. A pesar de no ser la candidata más alta y esbelta, con mi capacidad, desenvolvimiento, seguridad y carisma pude alzarme con el título que va con mucho amor para mi lindo El Salvador”, expresa Kimberly.
La joven capitalina manifiesta que su estadía en la ciudad de Xelajú, como también se le conoce a Quetazaltenango, tuvo una duración de diez días, desde el pasado 8 de al 17 de septiembre.
Durante ese período tuvo la oportunidad de conocer más sobre la cultura y las tradiciones de la ciudad sede del concurso y de los demás países participantes.
“Fue una experiencia maravillosa, enriquecedora, cultural y muy folclórica. Escuchar a las marimbas interpretando ‘El Carbonero’ y otros temas de mi Pulgarcito es algo inolvidable y que sin duda alguna llenaba de alegría mi corazón”, recuerda la soberana.
La competencia, que fue organizada por la Fraternidad Quetzalteca, comprendió dos categorías: la de reinas nacionales y la de reinas internacionales. Kimberly participó en esta última.
La candidata salvadoreña compitió con las representantes de México, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Colombia y República Dominicana.
“Durante la competencia nos sometimos a pruebas, como desfile en trajes típico, sastre y de noche; discurso sobre nuestros países, entrevistas con el jurado y ronda de preguntas”, manifiesta la reina.
Tras ganar la corona, Kimberly asegura sentirse comprometida con la tarea de seguir fomentando las costumbres y tradiciones de El Salvador.
“Me encantaría que en un futuro se celebrara nuestra Independencia con tanto fervor, amor y respeto como lo viví en Guatemala. También me encantaría llevar mi testimonio de vida a más señoritas que, como yo, están llenas de inseguridades y se detienen a cumplir sus sueños por el qué dirán”, dice Zúniga.
Desde 2017, Kimberly forma parte de la organización Miss Teen El Salvador. Ese año participó en el Certamen Nacional de la Belleza representando al departamento de Chalatenango, donde ganó el título de miss personalidad. El director de dicha entidad, el señor Francisco Cortez tomó la decisión de enviarla nuevamente a dos concursos internacionales en 2019: al Reina Internacional de la Independencia y al Miss Mesoamérica Internacional, que se realizará en octubre.
“Este triunfo se lo dedico a Dios, quien me ha dado todo lo que tengo y sé que junto a Él seguiré cumpliendo más sueños y metas que tengo en mente, y a mis padres, que aplauden mis éxitos y están conmigo en mis momentos de dificultad”, dice la reina.