VIDEO: Ronald Portillo, el artista ambulante que canta igual que Álvaro Torres y Camilo Sesto

El joven originario de Apulo, Ilopango, se gana la vida cantando en autobuses, plazas y pupuserías del centro de San Salvador. Su show callejero incluye imitaciones de artistas internacionales.

Ronald Portillo se gana la vida cantando baladas en el Centro Histórico de San Salvador.

Por Osmín Monge

2020-03-12 12:42:29

Todas las mañanas, Ronald Portillo, de 32 años, sale de su casa, en Apulo, acompañado de su parlante portátil, un micrófono y su teléfono móvil. Haciendo uso de esos tres dispositivos electrónicos emprende su viaje hasta el centro de la ciudad de San Salvador.

El joven de cuerpo atlético y de piel morena aprovecha el trayecto para compartir su increíble talento con los demás usuarios del servicio de transporte público. Y es que Ronald es un cantante ambulante que se gana la vida interpretando los éxitos de baladistas famosos, entre ellos, Álvaro Torres, José Luis Perales, Camilo Sesto y José José. Además, puede imitar a Ricardo Montaner, Franco De Vita, Ricardo Arjona y Aleks Sintek, entre otros.

Al llegar al centro de San Salvador se dirige de inmediato a un sector donde abundan las ventas de pupusas. Ahí vuelve a activar sus aparatos, hacer correr las pistas musicales y empieza a interpretar los memorables temas de esos y otros artistas de habla hispana. En ese lugar permanece por algunas horas, entreteniendo a los clientes de las pupuserías. A cambio recibe algunas monedas y los aplausos del público.

Al cantante ambulante, de 32 años, le fascina interpretar baladas, aunque de vez en cuando sorprende con alguna salsa. Foto EDH / Menly Cortez

Dos veces por semanas, al final de la tarde, se dirige a una de las esquinas de la plaza Gerardo Barrio. En ese sitio pone a funcionar los aparatos e inicia su espectáculo callejero.

La melodiosa voz del artista hace que mucha de la gente que pasa por ese sector se detenga; luego lo rodean para deleitarse con sus interpretaciones. Muchos deciden regalarle un poco de dinero… y más aplausos.

“La gente me apoya, me hace rueda, me piden canciones, me aplauden. Me siento feliz. No siempre me va tan bien con el dinero que recojo, pero no me puedo quejar”, manifiesta Ronald.

El joven artista asegura que disfruta mucho ver la reacción de la gente cada vez que interpreta lo “covers.

“Una de las canciones que mejor me sale es ‘Nada se compara contigo’, de Álvaro Torres. La gente dice que es la que mejor interpreto. Me gusta la música de todos los tiempos”, comenta el artista.

Artista nato

Ronald comenzó a interesarse por el canto cuando era un niño, luego de ver cantar a muchos artistas en la televisión. Años más tarde comenzó a cantar en buses; esa decisión la tomó por necesidad y tras ser motivado por un grupo de amigos.

“Tenía 20 años. Con amigos queríamos salir a pasear, pero no teníamos dinero. Ellos me motivaron a salir a cantar en los buses. Gracias a Dios ese día ganamos un poco y pudimos salir a pasear. La primera canción que canté fue ‘Maldito duende’, de los Héroes del silencio”, comenta.

Ronald sostiene que ha tenido algunos días difíciles y que a pesar de eso se siente satisfecho con el trabajo que realiza. Asimismo, confía en que vendrán días mejores.

Mucha gente compara su voz con la de Álvaro Torres. Foto EDH / Menly Cortez

El baladista, que no ha recibido formación artística formal, manifiesta que gracias a su talento está sacando adelante a su familia, compuesta por su compañera de vida y dos hijos. También afirma que estuvo en varias agrupaciones musicales salvadoreños, pero que se salió de ellas por las pocas ganancias que obtenía.

“A veces, en los grupos te explotan y el salario es bien mínimo. Estoy impulsándome como solista, buscando camino, viendo qué dice Dios. Sé que tengo el talento, y no me creo gran cosa, pero sé que poco a poco las cosas se pueden dar”, sostiene.

Además de cantar, Ronald es ávido con la guitarra. En algunas de sus presentaciones ejecuta ese instrumento musical, el cual aprendió a tocar en un bar de Apulo, donde llegaban músicos a tocar en vivo.

“Miraba al guitarrista y deseaba tocar como él. Esa persona me enseñó un poco. Creo que ya tenía en mis genes el gusto por la música. Tenía 15 años. Gracias a Dios de esto vivo”, puntualiza el artista.